Especial

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La femenina estaba ansiosa, su esposo estaba tardando demasiado dentro de la casa, miraba cada dos por tres su reloj, fijando que iban a llegar tarde.

— Manjiro! Apúrate! — resoplo fastidiada

— Ya voy! — aviso dentro de la casa

La pareja de casados iban a visitar a sus amigos al hospital, pues la mujer acababa de dar a luz en la mañana a un hermoso niño. La pareja estaba apurada porque el horario de visita estaba por acabar.

El hombre por fin salió de la casa, fue al dado de su esposa, este en el hombro tenía colgado un pequeño bolsito donde había cosas para el bebe.

Antes de irse, la femenina le pegó al pelinegro por tardarse, este se quejo entre risas, se lo tenía bien merecido por tardar tanto.

— Por tardar, idiota — bufó molesta

— Perdón — se disculpó entre risas

La pareja de casados subieron al auto, la femenina iba a manejar, mientras que el hombre iba en el asiento del copiloto, este puso sus piernas arriba del regazo de la femenina, esta comenzó a acariciar su muslo.

— Listo? — se abrochó el cinturón

— Mas que listo — le dedicó una sonrisa

La femenina arranco el carro y lo puso en marcha, directo al hospital, donde sus amigos los esperaban, el viaje iba a ser tranquilo, solamente eran ellos dos.

La pareja de casados estaban por llegar a su destino, escuchaban música mientras miraban el paisaje, cosa que el pelinegro era quien miraba el paisaje, la femenina solo se concentraba en la carretera.

Al llegar, ambos bajaron, en la entrada del hospital estaba Chifuyu con una sonrisa, se acercaba a ellos mientras hacía un ademán de mano, saludándolos.

— Hey T/n, hey Mikey — ladeó su cabeza

— Que tal estas, Chifuyu? — pregunto Mikey

La mujer rodeó su brazo por la cintura del hombre y lo atrajo hacía ella, dándole un beso en la cabeza.

— mhm... — murmuró el de ojos verdes incómodo

— Oh, Hola Fuyu — saludó la femenina como si nada

La mujer paso por al dado del de ojos verdes, lanzando le una mirada amenazante, solo él sabía que había hecho para enojar a la femenina.

Los pasos de ella resonaba por todo el pasillo, era elegante el caminar de ella.

— Oh, pero si es T/n — Hablo una dulce voz

Una rubia de ojos miel con un bebe en brazos apareció en su rango de visión, era su cuñada, Ryuguji Emma, junto con su hijo, Ryuguji Shūichi.

— Hey Emma! </3 — saludó alegremente a la rubia

— Hina esta en la habitación 2 — señalo la puerta, sabiendo a lo que venía

— Gracias mi reina — agradeció, lanzando le un beso en el proceso

Se encamino a la habitación, donde supuestamente estaba la mujer que acababa de parir a su hermoso niño.

— Llego la madrina! — entro riendo

— T/n! — río la Hanagaki — Por fin vienes! —

— Culpa de Manjiro — bufó con molestia

— Hola, T/n — saludo Takemichi con una hermosa sonrisa

— Hola Michi — saludó de regreso

La Hoshi-oka se acerco al bebe que estaba en vuelto en una manta sobre los brazos de su madre, sus ojos eran iguales a los de Takemichi

— Awww, mi amor! Que tierno! — chilló con ternura

— Supongo que cuando crezca, tendrá mi color de pelo — soltó la mama primeriza

Por la puerta apareció Manjiro, este tenía una sonrisa de oreja a oreja, su esposa intuía que acababa de hacer algo.

— Que hiciste? — pregunto sin pos en la lengua

— Le gane una apuesta a Chifuyu — sonrió con inocencia

— Mikey, por fin vienes — sonrió con burla el Hanagaki

— Culpa de Chifuyu — rodeó los ojos con gracia

El Hoshi-oka se acerco a la madre, admirando al pequeño niño que tenía en brazos, era pequeño.

— Ahora, Shūichi tendrá con quien jugar — sonrió con ternura

— Mhm, ya saben que nombre ponerle? — pregunto la de ojos morados

Manjiro se acerco a su esposa, esta rodeó de vuelta su cintura con su brazo, el pelinegro se acerco mas a ella gustoso.

— Si, teníamos pensado ponerle... Taro — ladeó la cabeza la Hanagaki

— Chico de gran valor, con coraje y valiente — asintió la mujer con una sonrisa

— O también Hiroshi — alzo sus hombros el Hanagaki

— Hombre generoso, de buen corazón — se apego mas a su mujer

— Hanagaki Taro... Ese me gusta como suena — río Hinata

— a mi también, le queda como anillo al dedo — opinó la Hoshi-oka

— Entonces Taro sera — río Takemichi

La mujer fijo su vista en su reloj, ya casi eran las 4 de la tarde, apretó la cintura de su esposo levemente, este la miro.

— Ya tenemos que irnos — sonrió con dulzura — Sabes como se pone izana cuando lo dejamos por tanto tiempo solo en la cafetería —

— Si, pero esta con Baji — hizo un puchero

— aún que este con Baji, no le gusta estar solo — río, negando suavemente

— Bien — suspiró — Nosotros nos vamos, Adiós Hanagaki! —

— Adiós Hoshi-oka — se despidió la pareja

La pareja de casados se fue de allí, dejando a los padres primerizos solos con su nuevo miembro en la familia.

— Algún día tendremos hijos? — pregunto el pelinegro a su esposa

— Sabes bien que no puedo tener hijos — lo miro con tristeza

— Podemos adoptar uno! — saltó entusiasmado — Podemos ir al orfanato donde trabaja Kakucho —

— Si, sería una buena idea — río por el entusiasmo del menor — podemos llevar a izana, hace cuanto no ve a kakucho? —

— izana cambio a Kaku por Baji — se burló entre risas

La pareja de casados subió al auto y se fueron del hospital con dirección a la cafetería, El Tokyo Café, donde al llegar fueron recibidos por un izana enojado.

— Ya era hora de que llegaran! — bufó molesto

— Bueno, pero no se enoje — río Manjiro

— Iza anda de mal humor — Salió Baji de la cocina — Unos tipos se vinieron a ser los machitos e izana les dió una lección, claro, respetando las reglas de la cafetería —

— Hubieses visto como se ponía rojo de la furia! — salió Sanzu con Misifus en los brazos

Izana comenzó a quejarse con sus mejillas rojas, lo estaban haciendo pasar vergüenza, aquella tarde la paso entre risas y burlas.

~°Tokyo Café°~ [Tokyo revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora