Capítulo 12

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Cale estaba agradecido de que el sermón de su padre haya sido de corto tiempo, aún no puede creer que se tragarán su historia, pero estaba feliz con ello, así podría evitar responder preguntas innecesarias.  

Gracias a su ingenio también aceptaron a los gatitos, su padre le dijo que sería buena idea conservarlos, por supuesto que no les menciono que eran gente bestia, además de que al conversar con los felinos dedujo de que eran los mismos gatitos que salvó aquella vez, claro que no compartió eso con On ni con Hong.

Su escolta, Choi Han, también había estado callado dándole una inadecuada paz y al mismo tiempo una sensación incómoda, no es que Choi Han hablara todo el tiempo, sin embargo, ahora estaba más callado de lo usual.

No solo eso, la sensación dentro del castillo Henituse era extraña, al mismo tiempo, se dió cuenta de que había algunos nuevos sirvientes.

Ahora se encontraba en la biblioteca de su madre, siendo vigilado por Ron y Choi Han, al parecer aquel pasadizo secreto por dónde escapó antes había sido sellado, pero aún así Ron no se alejaba de su lado.

Tampoco es como si pudiera romper una pared y escapar, el que Ron siga pendiente de un pasadizo sellado era bastante exagerado a su parecer, además de que Cale había desechado la idea de escapar desde que había tenido tan mala fortuna la primera vez.

Mientras se perdía leyendo uno de los libros sobre la historia del reino, su viejo mayordomo había salido con la excusa de preparar algunas cosas para su pronto viaje.

Al día siguiente tendrían que partir rumbo a la capital para el dichoso cumpleaños.

Que Ron no estuviera fue paso libre para que la incomodidad entre Cale y Choi Han creciera un poco más, en algún punto Cale no lo soportó y decidió preguntar a su escolta.

"Choi Han ¿Sucede algo?"

"No es nada Cale-nim"

El humor de Cale empeoro un poco al escuchar la respuesta de Choi Han, era obvio que algo pasaba, con temor a sonar algo brusco hacia Choi Han decidió insistir.

"¿Qué sucede?"

Cale era una persona de pocas palabras, le agradaban más aquellos que respondían sin hacerse tanto ajetreo.

"Cale-nim yo…"

Un suspiro salió de Cale escuchando la duda por hablar de Choi Han.

"Choi Han, solo di lo que tengas que decir".

Por unos momentos desvió sus ojos del libro que leía y los puso sobre los oscuros de su escolta, haciéndolo bajar la mirada y que finalmente respondiera.

"... lamento mi comportamiento el día de ayer".

'Con que eso era'.

Se dijo Cale así mismo.

Realmente no entendía por qué Choi Han se disculpaba, de hecho, no insistió preguntando acerca del incidente, la razón fue porque previamente Choi Han había hablado con el Conde y este no lo había exiliado ni nada parecido, de modo que las acciones de Choi Han no eran tan graves.

Bueno, quizá destruyó una tienda, pero siempre podía arreglarse.

Tampoco murió nadie, así que no era un asesino serial, aunque en ese momento parecía uno.

En cuanto a los nobles que quedaron con traumas severos, de todas formas su padre había ido a conversar con ellos y si lo pensaba bien, era culpa de esos nobles por hacer enojar a Choi Han.

El asunto estaba olvidado, menos para Choi Han.

En la novela se mencionaba que Choi Han tenía un gran corazón, aunque no lo fue así con él en sus recuerdos, tampoco podía culparlo por eso, ciertamente Cale se vio envuelto en incidentes desfavorecidos hacia sí mismo.

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