Para ti.

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Deku es Izuku.

Izuku es Deku.

Nunca te diré lo mucho que me molesta que ese apodo tan tuyo sea usado por decenas de bocas ajenas a la mía, con un significado distinto que un día simplemente una extra le dió.

¿Cómo te sentirás si escuchas al idiota de Denki diciéndome Kacchan?

Aún espero esa confrontación.

No logro imaginar tu reacción. Sueles ocultar muy bien lo que sientes bajo una amplia sonrisa.

Eres fácil de leer.

O quizás simplemente soy el mejor y por eso puedo entenderte demasiado rápido.

Es verdad, pero más verdad es que todo el tiempo que pasamos juntos no lo he desperdiciado.

Si algo no te agrada frunces un poco la nariz. Si algo te gusta mucho, tus pupilas se agrandan y tus ojos forman pequeños arcoiris.

Es fácil saber cuando estás enojado. Aprietas los dientes y se te marca la mandíbula. Formas puños con tus manos intentando distraerte. Desvías la mirada al piso, evitando contacto visual. Sueles insultar mucho más de lo normal cuando algo te molesta.

En realidad no es normal que insultes.

Es fácil saber cuando estás triste.

Tu expresión lo dice, cualquiera podría saberlo. Tus labios forman una línea recta cuando quieres ocultarlo, se van para abajo cuando solo quieres demostrarlo. Tus cejas se arquean, tus ojos brillan por las lágrimas que almacenan.

Te encoges, cuando sueles tener la espalda recta. Tus rodillas se aflojan, pierdes la estabilidad que siempre tienes. Te trabas al hablar, se te hace el nudo en la garganta demasiado rápido.

Es fácil. Muy fácil.

Cuando estás incómodo intentas hacerte más y más pequeño. Adoptas posturas que ocupan poco espacio. Una sonrisa muy pequeña cuando suele ocupar todo tu rostro. Tus ojos son serenos, cuando normalmente brillan igualando al sol.

Cuando te defiendes abres las piernas. No entiendo por qué, pero así es. Extiendes los brazos a tu costado, al contrario de cuando te sientes incómodo. Abarcas más espacio, intentando parecer intimidante. No lo eres. No eres intimidante. Eres tierno, nunca podrás cambiar eso.

Me pregunto si notas que tu mirada se siente muy pesada. En clase, te la pasas viéndome la nuca.

¿Tanto te aburren las ecuaciones combinadas?

Tus ojos pesan en mí cada que me ves de reojo. Es más raro que no lo hagas. Sino me miras, algo pasa. Sueles pensar que estoy enojado contigo. Es una estupidez.

Tu cabello luce esponjoso. Solo he podido tocarlo cuando jalo de este para obligarte a que me mires. Es suave.

Tus pecas. Hay miles de ellas. La última vez llegué a contar doscientas cuarenta y seis. Suelo perderme y volver a contar constantemente... Es difícil, no te quedas quieto y tu traje de héroe oculta millones más muy posiblemente.

Si te llegan a las orejas, seguro tienes en otras partes que no llego a ver.

Hay mucho de ti que no entiendo y que no voy a comprender.

No entiendo cómo puedes hablar tanto.

Hablas y hablas y no paras. Te expresas demasiado fácil. No te cuesta la empatía, te pones en los zapatos de todos y eso me molesta. No está bien. Llegas a preocuparte por cada cosa que dices, porque te pone triste pensar que algo de lo que dices puede afectar a otro.

Lo que siento por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora