Acabé hasta las narices de la modernidad. Tuve que tomarme un descanso. Internet iba lento, la casa se llenaba cada vez más de personas, la Fernanda no dejaba de cambiar mis rutinas. A eso sumadle que salimos de una enfermedad para entrar en otra, las vacunas, que me han dejado el brazo como un colador, la guerra del señor este ruso. Y solo han pasado dos años.
Decidí dejar el blog porque era un agobio. No podía escribir aquí sabiendo que escribía mal. Ahora mismo es mi nieto el que pasa todo lo que escribo corregido, aunque he mejorado bastante. Ya no escribo los verbos sin -d o -r. Además, pasaron muchas cosas.
Es curioso, porque poniendo la tele, viendo las noticias, te das cuenta de que ocurren muchas cosas, suceden demasiado deprisa. Por otro lado, nuestras vidas están llenas de cosas, de sucesos que nos alegran, agobian, aterran... pero no cambian tu vida, no tan rápido como lo que nos ponen las noticias.
En mis tiempos no era así. Los sucesos ocurridos tardaban en transmitirse. Uno seguía su vida, conocía a gente, se separaba, se enamoraba, formaba una familia, y en ese transcurso podías tardar semanas, en enterarte de algo importante sucedido al otro lado del mundo. En la época de mi abuela, meses.
No sé si es algo bueno o malo. Por un lado, te enteras antes de las cosas, por otro, es un agobio constante. En el pasado no pasaban tantas cosas malas en el mundo tan seguido. Al menos, esa es la sensación. A mí me dio tiempo a conocer a mi difunto esposo y a tener dos niños antes de enterarme que Franco se había muerto. Dios, que día, corriendo por las calles para que me diesen el dinero que les daban a las recién paridas por el fallecimiento de ese señor. Pero había tenido a mi hija cinco días antes, así que las piernas me dolieron para nada.
Pero bueno, el punto. Ha pasado mucho tiempo. Finalmente me veo preparada para poder escribir en condiciones. Al menos, lo suficientemente en condiciones para dárselo a mi nieto y que lo transcriba por mí. No será muy seguido. Tenemos nuestras vidas, al fin y al cabo. Pero han pasado dos años en los que, aunque las cosas no han cambiado tan repentinamente como cambia el mundo, han avanzado. Han pasado muchas cosas que hacen reflexionar a una vieja como yo.
Y sí, he estado descubriendo el mundo del internete estos dos años, aunque fuese lento. Dios, lo loco que esta este mundo moderno. La tecnología nos ha sorbido los sesos.
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El Blog de Tía Paca
HumorBuenos días queridos. Venid con tía Paca, anda. Estoy tan aburrida que he aprendido a manejarme con estos cacharros para darme a conocer. Dime mi sobrina que es entretenido y conoces a mucha gente. A ver si es verdad.