Mujeres

12 2 0
                                    

Si se ve que la Fernanda tiene una lengua de oro. Ha venido mi sobrina expresamente a hablar con ella para ver qué pasa, y al final no solo se ha quedado, sino que la niña la apoya. De verdad, esto va a acabar conmigo. Con lo bien que estaba yo sola, con mi nieto y mi sobrina viniendo a verme cuando podían, y ahora esta señora se va a quedar en casa, tocando lo que le dé la gana. Mi Sofía dice que me acostumbre y no me ponga cabezona, pero es que la Fernanda lo está trastocando prácticamente todo.

Ahora tengo en casa más cosas, y se ha acoplado en la habitación que era antes de mi hija. Hay que tener morro, pero como Sofiita lo ha permitido, me he tenido que callar. Entre ambas han acordado unos parámetros a seguir y se las han arreglado para dejarme fuera. Lo único bueno que veo, es que al Salvador le han dicho que no vuelva por una temporada, hasta que acabe la cuarentena. Entonces la Fernanda verá qué hacer. Sofía le ha dicho que puede quedarse en mi casa el tiempo que haga falta. Después ha cogido y se ha ido.

Ahora estoy aquí, escuchando cómo la Fernanda le da las buenas noches a sus hijos desde la ventana del patio, que conecta ambas casas. Solo el pensar que voy a convivir con una mujer que no conozco realmente de nada me preocupa. Ya tiró la carne ayer, a saber qué más hará. Lo que me ha impresionado, es cómo ambas han logrado ponerse de acuerdo en tal situación y han mandado a Salvador a paseo. Se ve que las mujeres modernas han evolucionado mejor que los trastos. Dentro de todo, es algo.

El Blog de Tía PacaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora