El Blog de Tía Paca

Cocina

Será muy quejica de mi parte, pero mi cocina es mi cocina. La Fernanda no puede entrar y toquetearme el fuego, los ingredientes ni los utensilios. De verdad, tenía todo preparado para hacer mi puchero, con su pollo, su hueso de ternera, sus papas, sus zanahorias, sus garbanzos, su arroz, su puerro y su hierbabuena junto a taquitos de jamón para darle más sabor. ¿No ha cogido la hija de su madre y me ha tirado toda la carne? Que dice que es mala, que tiene muchos cabrohidratos o no sé qué cosa era, que dice que es muy malo tomarlo y más a mi edad. Para cabrona ella, que dice que es vegetariana y lo que ha hecho ha sido arreglárselas para imponerme lo suyo a mí. Ha cogido el arroz, las papas, los puerros y los garbanzos y ha hecho una sopa más sosa, sin chicha ni ná.

Porque hasta la comida habéis estropeado los modernos. Ahora en los restaurantes ponen unos platos tan chicos que no llena ni a un bicho. Con la cantidad de gente que se muere de hambre y vosotros ahí, ¡ala, a desperdiciar comida poniendo cosas diminutas! que eso se pone malo en ná, y así después están más llenas las basuras que las barrigas. Y si no es eso, es comida ecológica. De verdad, solo comer hierbajos, con lo bueno que esta un rabo de toro bien hecho, un plato de los montes con sus migas, sus pimientos, su lomo, su choricito y su huevo o unas lentejitas ahí bien calentitas. Pero no, ahora hasta os coméis el pescado crudo, de verdad, que barbaridad. Si esto de la cuarentena no acaba con vuestra generación, lo hará la comida.

Pero bueno, ya he hablado con mi sobrina sobre la Fernanda, que está ahora mismo con el Salvador. Mira, hacía treinta años, desde la muerte de mi Manuel, que no había tales gemidos en la casa. Que cruz me ha caído. ¿Pero quién me manda a mí a meter a esta señora en mi casa?