⠀⠀fifteen

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xv. sunken vacation

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La primavera estaba llegango a su fin. Otoño se presenta junto a los vientos más frios. Las ojas van a caerse y robandose todo el color la estación inminente. El frio empieza a hacer efecto en los huesos pero no es necesario sacar todavía toda la ropa de invierno, porque -haciendo memoria- todavía no llega esa epoca. Otoño estaba tocando la punta de sus dedos. Al igual que los Quince años de Izzie Martínez.

Itzel había pasado a buscar en auto a la menor al colegio y no faltaron los malos comentarios de Carol y compañía. Izzie se subió apurada al auto, esquivando las sobras del almuerzo que tiró la pelirroja.

Itzel aceleró repetidas veces en dirección a las niñas, haciendo que estas corrieran del lugar cuando decidió quitar el freno de mano y avanzar. No le pasó nada a las menores puesto que la adulta tenía todo calculado, pero aún así la menores les arrojaron el resto de su comida al parabrisas.

La mayor en el auto miró con odio a las niñas, pero calmó su ira ante el toque de su hija.

—Mamá, dejalas en paz —Izzie suspiro y echó uno de los mechones de pelo de su madre detras de su oreja —. No necesitamos más problemas con este pueblo.

⋆ ⋆ ⋆

Junto al verano, a Hawkins también llegaron los trabajos de medio tiempo para adolescentes necesitados o infelices. No falta decir que Izzie era ambas opciones.

Su padre le había quitado parte del dinero de la venta de su casa. La menor había descubierto que ese había sido su plan al acojerla en su familia disfuncional: vivir de alcohol con dinero de otras personas a costa de sus errores.

De igual manera, a Izzie le parecía divertido ver como se intentaba valer por si mismo cuando ni siquiera tenía el equilibrio suficiente para pararse. La menor ya había -en parte- superado la perdida del dinero, no obstante, él tendría que mantenerla hasta su mayoría de edad y ella ya había empezado a ahorrar para lo que restaba de su existencia con un trabajo de medio tiempo.

Izzie se estaba dirigiendo a Scoops Ahoy después de terminar su turno y no pudo evitar sonreir al ver a Robin atendiendo. Era un alivio en ese instante ver a alguien que no le diera un dolor de cabeza.

Cuando se acercó al mostrador y Robin hizo una mueca al verla.

—¡Estas mojando todo! —exclamó la chica mientras ponía los ojos en blanco —Yo voy a tener que limpiarlo, idiota esta descansando.

Robin se rió entre dientes e Izzie solo le estiró la mano, la rubia aceptó el apretón, haciendo su saludo secreto.

—¿Por qué idiota te dejó todo el trabajo?

Izzie se mordió el labio para ocultar una risa ante la expresión de Robin, quién botó su cuchara al piso al escuchar el insulto.

—¿Le dijiste idiota?

—Steve es un idiota, siempre lo ha sido. Así es mi amigo.

La morena suspiró y se apoyó sobre el mesón ante la mirada interrogante de su amiga.

—De todas formas ¿Eddie sigue siendo una buena pareja?

—No lo sé, solo he estado con él.

—¿Te trata como lo mereces?

—Sí, todo es perfecto —aclaró Izzie de forma insegura. Robin la miró por unos segundos de forma retante haciendo que la morena terminara confesando —. Ok. Estoy estresada y Eddie quiere formalizar y yo no se si soy capaz de pasar a ese nivel. Demasiada presión, tengo tanto miedo de acostumbrarme a la comodidad y que en algún momento me deje, no se si estaré lista en algún momento para comprometerme a ese nivel de dedicación. Ni siquiera sé porque quiso salir conmigo, arrastro demasiados problemas conmigo, es desgarradoramente estupido como mis traumas destruyerom mi vida social.

⠀BORDERHOPPER (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora