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Mientras se servía una taza de café recién echo como todas las mañanas en la tienda, se dirigía hacia la ventana para ver con desdén como se iluminaban las calles por la luz solar mañanera que se asomaba.

Bostezo con pesar y amargura de la mañana tomando su café para terminar de acomodar la tienda, escucho como las campanillas de la tienda sonaban dejando en vista a un hombre bien vestido.

—Oh, buenos días señor, disculpe pero me temo que ahora estamos cerrados, es muy temprano para pasar...

—Por favor solo, escúcheme y disculpe mi atrevimiento pero esto es importante, se que estás no son horas de venir a su local pero es importante, es la única hora en la que mi esposa no me presta atención o me intenta rastrear.

Explico el hombre con un acento francés y nervioso, la chica al ver su inquietud y vio como otros dos hombres detrás de él en la entrada sobre pensó la situación.

—No lo sé señor, no creo que deba atenderlo tan temprano y aún cuando nuestra tienda aún no abre– insistió la chica temiendo que su jefe se enteré.

—Por favor, es una inversión de la cual no se arrepentirá! Esto ayudará a su negocio, se lo aseguro.

La chica suspiro colocando su mano en su cadera mientras le daba un sorbo a su café—De acuerdo, sígame señor, hablemos en la oficina.

—Gracias por aceptar conversar conmigo Mademoiselle.

El hombre aliviado volteó a ver a sus hombre dando una señal y siguiendo a la chica a la oficina. Ambas partes se sentaron en lados opuestos y comenzaron a conversar sobre la "inversión" que quería proponer el hombre.

—Así que, me está pidiendo no un simple arreglo floral o un arreglo artístico, me está diciendo que quiere trabajar con nuestra empresa para no solo una gran boda de un arreglo floral impecable de girasoles y margaritas, si no también para ser sus jardineros personales?

—Exactamente, mi amada esposa le encantan las flores tanto como a mi hija, y he visto sus trabajos en arreglos y botánica, me encantaría trabajar con ustedes.

La chica quedó atenta a la situación, agarró una libreta y una calculadora comenzando a anotar, estando unos minutos así hasta dejar el bolígrafo abajo y volver a ver al hombre.

—Bueno, como usted sabrá nosotros no somos una gran compañía o una gran empresa, solo tenemos dos tiendas aquí y en la otra avenida donde hacen los festivales.

—Y lo sé a la perfección, y es por eso que quiero trabajar con ustedes, para que se expandan y esta pequeña empresa de botánica tenga otras sucursales– propuso nuevamente a la empleada.

—Humm, me agrada la idea, he anotado todo aquí, tome este papel para que pueda reunirse a esta hora y está dirección con mis superiores, detallarán más a fondo con usted el contrato y los detalles– paso el papel al hombre con una suave sonrisa.

—Merci beaucoup pour vôtre gentillesse, estoy muy agradecido por su tiempo y darme esta oportunidad de expansión, estoy seguro que esto la beneficiará Mademoiselle– exclamó con gratitud el hombre y a lo último dicho al fondo su respuesta sonaba una malicia camuflada.

—No hay de que señor, permita acompañarlo a la salida.

La chica acompaño al hombre hasta la entrada de la tienda y se despidió con educación del hombre francés, volvió a entrar para informar a sus jefes y volver a su trabajo esperando lo mejor.

Just feelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora