—Felicidades! Estamos muy contentos por tí!– Gritaba de emoción una rubia con las puntas pintadas de naranja, abrazando a una recién llegada Beg.
Quién veía como los demás tenían baratijas de fiesta y sonaban unos silbatos, ya sabía a qué iba la fiesta y las felicitaciones. Habían transcurrido 6 meses y gracias a la inversión del cliente francés en el local, pudo abrir ella misma uno nuevo suyo y propio, trabajando junto a sus jefes como aliados. Por las comisiones que le había echo el mismo cliente por el trabajo extra y fuera del mismo local, en ser supervisora del jardín y cuidar de este, dos amigos más le ayudaron y recibieron una buena cantidad de dinero por el trabajo.
Entro al área de descanso para celebrar con todos en su mini celebración, en un mes dejaría de trabajar ahí para mudarse a su nueva tienda, viviría en su propia tienda que pudo alquilar por las comisiones, abrazo a todos y celebró con todos sus amigos y compañeros de trabajo.
—En un mes te vas, vaya has estado tanto tiempo aquí y te han ascendido y ahora ya nos vas a dejar, ou– abrazo la misma rubia a la chica nuevamente– te vamos a extrañar.
—Yo también, pero aún nos podremos seguir viendo en reuniones o en festejos, harás muy bien de jefa pronto.
—Yo pienso que es interesante como puedes hacer tantas cosas a la vez, o más bien, me da curiosidad– comentaba la peli azul, Kathia, acercándose a ambas chicas– ¿Como lo haces?
—Humm, trabajo duró?
—No te creó, tienes muchos secretos que no nos has contado. EPA! No estoy queriendo entrometerme en tu vida, solo digo que, eres muy intrigante – explico Kathia a Beg, quien solo volteó los ojos y le sonrió.
—No se que clase de intrigante pretendes de mí, pero si puedo decirte que simplemente, trabajo en lo que me gusta y mucho cómo no tienes idea, lucho por lo que quiero– explico Beg sentándose en la silla.
—Sabias palabras, oh gran diosa del jardín, enseñeme maestra – se inclinó la peli azul ante Beg mientras está reía.
—Bueno aprovechemos estos... 10 minutos antes de abrir la tienda– intervino Tobias repartiendo el pastel a las 5 personas que estaban reunidas en la habitación de descanso.
—Cierto cierto, que estamos en el trabajo– La rubia afirmó al rubio– cuando sea la hora de salida vamos a tomar algo?– pregunto a todos para salir en grupo a celebrar.
—Oh bueno, no lo sé chicos, saben que no me gusta mucho tomar– respondió dudosa la pelirosa, no es que no tuviera resistencia, simplemente no era su actividad favorita.
—Vamos Beg! Solo será un trago o dos, no te vamos a obligar a tomar si no quieres– Le ánimo Kathia a la invitación sentándose al lado de ella.
La pelirosa suspiró profundamente— Bueno está bien, pero yo pagaré mi bebida sí?
Los chicos festejaron su victoria en hacer que Beg se uniera a su celebración en un bar y siguieron con su mini celebración comiendo pastel, aunque Beg apenas y se comió su pedaso, no tenía ganas de comer dulces. Los chicos se pusieron a trabajar apenas sonó la alarma para abrir el local, fue un día relativamente normal, Beg estaba a cargo de la organización floral del evento en la casa, aunque ella no sabría si llamarle casa, del empresario francés.
El día lo sentía extrañamente pesado, suponía que se debía a que en dos meses ya deberían tener todo listo y organizado para la boda de la hija del hombre y el jardín por igual, también suponía que se debía a que debía empacar sus cosas en unas semanas para mudarse a su nuevo hogar que quedaba justo arriba de su nuevo trabajo y emprendimiento. No tenía asegurado eso ya que se acercaban los días festivos, y lo más probable es que se quede un mes sin ir a su nueva casa.