☽︎☾︎ 𝕽𝖎𝖘𝖊𝖘 𝖙𝖍𝖊 𝖒𝖔𝖔𝖓 ☽︎☾︎ 𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒔𝒑𝒎 𝑿 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓

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𝕬𝖛𝖊𝖈𝖊𝖘 𝖑𝖔𝖘 𝖉𝖎𝖆𝖘 𝖕𝖆𝖗𝖊𝖈𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖓𝖚𝖓𝖈𝖆 𝖋𝖚𝖊𝖗𝖆𝖓 𝖆 𝖙𝖊𝖗𝖒𝖎𝖓𝖆𝖗

𝖘𝖆𝖑𝖊 𝖑𝖆 𝖑𝖚𝖓𝖆

- 𝕰l aire se espesaba mientras los finos pasos de Elizabeth se alejaban de dónde te encontrabas, la tristeza misma lloraba pidiendo consuelo mientras tu cara mostraba una máscara de seriedad que era mojada por lágrimas saladas resbalando de tus rojizas mejillas, Elizabeth se alejaba dándote la espalda soltando un "hasta luego", apretabas tus manos en forma de puño haciendo un intento ahora fallido para no lucir débil ni llorar por el último "adiós" de una de las únicas personas que te soporto y la única que fue sincera contigo, la única que perduró a tu lado, la última persona que alejaste por utilizarla para tu beneficio. Te odiabas ahora más que nunca.

Ya era bastante tarde, eran aproximadamente las 11pm, Elizabeth se retiraría ahora y posiblemente sea la última vez en la que podrías escuchar su voz entonandote dulces palabras, todo este lío por las preferencias de alguien era casi lo mismo que pasaba contigo solo que con menos medidas radicales. El corazón no se puede obligar a latir por alguien que no quieres y eso Elizabeth y tú lo sabían cosa que  aceptaban, pero la lujuria y el deseo de poder de una persona eran más grandes que el amor sincero de alguien, pero tal vez estuvieras equivocada porque el término "amar", "querer", "sentir", "desear" y  "enamorarse" eran términos que tú a duras penas tuviste que aprender sin dejar que el calmado curso de la vida te lo enseñara.

Negaste toda tu vida el querer a alguien, el sentir y desear a alguien, tanto así que ya nadie podía hacerte sacar esa idea perenne en tu cabeza, "el amor duele mucho, pero si se supone que es algo hermoso.. ¿por qué tiene que doler?" Esa era una de las miles de preguntas que te cuestionabas desde que tienes uso de razón, todas las personas que alguna vez amaste no demanera romántica se fueron al ritmo del espeso mar de calas dejándote sufriendo de todas las maneras posibles, alejaste a la persona que alguna vez te amo, la culpa que sentías era inmensa pero esa culpa incremento con el pasar de los años, el peso de ser alguien tan miserable te dolía, sentías que se te hacía un hueco en el corazón que alguna vez latío tan fuerte.. ¿dónde quedo el amor que alguna vez sentiste?

Voces dentro de tu cabeza rogaban por acabar con este sufrimiento, "problemas que nunca faltan" era una frase repetitiva en tu subconsciente, desde que el amor mismo se fue por la puerta del palacio en el que creciste y depositaste alegría y confianza a un cajero de amargura y culpa, desde que "cupido" te abandono, desde que lo hiciste salir corriendo y alejarse de ti maldiciendote con una vida de traición, culpa y soledad.. todos los días son iguales desde que Mari se fue, está fue la última prueba que tenías para confirmarte en tus adentros el fracaso que eras como persona.

Las mañanas pasaban volando, te despertabas en una cama grande y cómoda después de haberte desvelado por problemas de insomnio que siempre magullaban tu noche en fríos sobrepensamientos que te atormentaban, el sol atravesaba el gran ventanal con finos y algo intensos rayos de sol iluminando tu cuarto con una tenue luz proveniente del mismo mientras un aura tranquila invadía tu ser y observabas pérdida las partículas de polvo flotando por el aire ligeramente frío, solo que todas las mañanas pasaba ese pensamiento irritante que tratabas de bloquear. "¿Que habrá detrás de los grandes muros del pueblo?"

Las ganas no te faltaban para hacerlo, si lo hicieras no perderías nada de aquí, serías liberada de todo el estrés y dolor mientras tocas el frío pasto con tus dedos desnudos sintiendo escalofríos escaparse de tu cuerpo y recorrer tu fina espalda, no pasaría mucho tiempo antes de morir de hambre pero eso no era un problema para tí, fantaseabas con que ese momento se hiciera realidad,no dejarías a nadie aquí, si te fueras no le harías falta a nada ni a nadie, te escondían a través de grandes vestidos de finas telas y máscaras con labios rojos y ojos pintados, que tristeza el saber que tuviste que madurar rápido por la ida repentina de Mari, nunca pensaste en compartir el mismo futuro de Mari.. era un peso más en tu espalda.