✶La Novia Black✶ ✶Harry Potter✶ ✶Traducción✶

✶Capítulo III✶

La señorita Lily Evans regresaba de cenar con su prometido el heredero Sirius Black a su lado  y al otro lado su mejor amigo, el heredero James Potter, cuando de repente sintió que alguien estaba extrayendo cada gramo de magia que ella poseía.

“Siri—”

Las piernas de Lily cedieron debajo de ella. Se habría caído por las escaleras, seguramente lastimándose gravemente en el proceso, si Sirius no la hubiera envuelto instantáneamente con un brazo alrededor de su cintura y la hubiera abrazado con fuerza a su pecho.

"Lily, ¿qué pasa?" demandó Sirius, con voz oscura y brutalmente protectora.

"¿Se encuentra bien, señorita Evans?" preguntó James, mirando la escalera como si pensara que ella podría haberles hecho una broma.

"No lo sé", jadeó Lily, incapaz de ubicar la sensación.

Tembló mientras su magia continuaba saliendo como si fuera arrancada de ella puñado a puñado. Fue aterrador. No pudo evitar temer que lo que sea que estaba haciendo esto tomaría toda su magia y la dejaría como una Squib.

Si eso sucediera, perdería su vínculo de compromiso con Sirius. Perdería su vínculo con Regu-

“¡Morgana! ¡Es Régulus!" Lily se dio cuenta justo cuando su cabello comenzó a brillar con un vibrante color escarlata.

Regulus estaba usando su Derecho como su Hijo Primogénito para invocar la magia almacenada en su cabello para protegerse. Pero dado que ella y Sirius solo estaban comprometidos y aún no estaban unidos, sería más difícil para él invocarlo y manejarlo. El pensamiento en si mismo era horrible.

"Regulus está usando tu magia", dijo James, la preocupación en su voz no hizo nada para disminuir la angustia en ella.

James había sido un perfecto caballero desde que ella y Sirius se comprometieron, pero no siempre podía controlar el tono de su voz cuando hablaba con ella. Especialmente en lo que respecta a todo lo que sentía que había perdido. Lily no dudó ni por un instante que James estaba pensando en algo parecido a —Regulus está usando la magia que estaba destinada a que mis hijos y yo usáramos como último recurso.—

"Lily", dijo Sirius, la desesperación llena y espesa en su voz mientras la miraba fijamente con ojos grises angustiados, "tengo que... tengo que-"

“Ve a él. Por supuesto”, dijo Lily.

La magia de Sirius irradió su dolor hacia ella. No quería dejar su lado, no cuando ella era vulnerable y su magia estaba comprometida. Sería imprudente usarlo en absoluto porque hacerlo podría cortar por completo el tenue control que Regulus tenía sobre él. Si alguien la atacaba y ella usaba magia para defenderse, Regulus quedaría desprotegido como resultado.

-Lily, yo...

"¡Sirius Orion Black, ve a proteger a nuestro hijo!" Lily ordenó rotundamente.

Los escenarios de pesadilla giraron en su cabeza mientras Regulus sacaba más y más magia de ella. ¿Qué pasaría si los Mortífagos estuvieran tratando de secuestrarlo para el Señor Oscuro nuevamente? ¿Y si su repugnante Señor Oscuro les hubiera ordenado matar o torturar a Regulus por desafiarlo? Y si-? Había demasiadas posibilidades infernales en su cabeza.

“Tráelo de vuelta a mí”, susurró Lily, con los ojos húmedos por las lágrimas.

Quería ir con Sirius. Quería correr al rescate de Regulus con él. Quería explotar, hechizar y maldecir a cualquiera y a todos los que se interpusieran en su camino. Pero no pudo. Literalmente no podía hacer eso sin poner a Regulus en un peligro aún mayor.

Su corazón se desgarró en su pecho cuando la fuerza en sus piernas se desvaneció por completo.

Sirius la tomó en sus brazos con una mirada torturada. "Voy a traerlo. Lo juro, Lily".