DOS REINOS / VKOOK /

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Un gran lobo castaño se abalanzó en contra del azabache clavando sus fauces cerca de su cuello tratando de someterlo. El lobo negro con todas sus energías agotadas pero con su orgullo insitandolo a continuar se revolvió violentamente en el piso quitándose al animal castaño de encima aprovechando para morder su pata derecha.

El lobo chilló y el omega sonrió mentalmente.

Un sin fin de gruñidos y ladridos se escuchaban en el amplio lugar mientras los demás observaban atentos la lucha que se desarrollaba en el medio del coliseo. Muchos pares de ojos se abrían con asombro otros con pura admiración y unos con envidia hacia el gran lobo negro que se encontraba encima del café sometiéndolo.

El encargado de que todos allí aprendieran sin que murieran en el intento se acercó a los dos lobos en el medio del coliseo a analizar que nada saliera de los límites.

Pasaron unos segundos para que el lobo castaño dejará de gruñir y se acostara rindiéndose.

—El Rey Jeon gana— Gritó fuerte y claro el entrenador sin ningún olor hacia todos los presentes que se dividían entre estudiantes, guerreros y aprendices.

Una ovación de pie más exclamaciones eufóricas se le concedió al lobo azabache que miraba todo orgulloso de sí mismo.

—¡A empezar las pruebas!— Gritó el entrenador y giró hacia el lobo que lo vió con aire de burla y grandeza . El beta rodó sus ojos y sonrió hacia sus estudiantes. Los gritos cesaron pero aún así se escuchaba el murmullo de las personas comentando y alabando el gran guerrero que era su Rey.

No pudieron haber escogido un mejor líder. Pensaban.

El animal castaño sintió un poco su ego sufrir pero aún así reverencio hacia su Rey  dándole cierre al encuentro con la idea  rondando en la mente de más tarde pedirle una revancha.

El lobo azabache se paseó victorioso por el coliseo luego de corresponderle la reverencia hacia el lobo castaño, conocido para él y para sus súbditos como su amigo de toda la vida  Jung Hoseok un omega que era el comandante de su guardia real. Asintiendo hacia todos aquellos que le soltaban furtivos halagos hasta adentrarse en los vestidores subterráneos de aquel sitio.

Cambió de forma y su desnudez la recibió la luz blanca lechosa del lugar. Se paseó por todo el sitio entre los pasillos hasta llegar a una habitación que era en específico para él sorprendiéndose al encontrarse a una cara conocida dentro de esta.

—Le encanta lucirse al frente de los novatos— Sonrió el rubio sin inmutarse por la desnudez del contrario. Total, habían crecido juntos y no es nada que no haya visto antes. Luego de sus palabras le hizo una corta reverencia que es más por costumbre que por otra cosa, ya que, aquellos dos se trataban como hermanos mimosos.

El azabache le devolvió la sonrisa.

—¿Que me vienes a recalcar?— Musitó el pelinegro posando su mano en un ligero rasguño que tenía en su hombro que empezaba a sangrar pero a el omega no le dolía. Ignorando el comentario del otro dirigió nuevamente su vista al rubio de sonrisa bonita—¿Almuerzo a las 12:15? ¿Reunión con los nuevos miembros de la guardia real a la 1:00? ¿Aprobatorias para el festival de fin de año? ¿Firmas para algún convento o nuevo proyecto? ¿Sentarme en el trono como un flojo y posar con mi corona?— Todo aquello lo dijo con burla mientras caminaba hacia el baño y preparaba la bañera para lavar su apestoso cuerpo que debido a su sudor constante por la lucha reciente desbordaba un olor a fresa y menta muchísimo más fuerte que de costumbre. Soltando la última pregunta de forma irónica.

Él omega rubio rodó sus ojos.

—No, Rey Jeon—Se colocó una mano en la cadera graciosamente intentando intimidar— ¿Por qué piensa que vengo a decirle las cosas de nuevo si usted se aprende de memoria las guías?—Frunció un poco el ceño cuando su boca se hizo agua—de forma no grata— debido al fuerte olor  ácido de la menta mezclado con el dulzor de la fresa— Vengo a decirle que ya el consejo y yo sacamos las conclusiones del inventario para los insumos que necesitaremos para el invierno— Él rubio sonrió liberando su olor emocionado viendo al azabache zambullirse en el agua tibia de la tina que normalmente una criada se lo haría, pero debido a aquellas situaciones en las que terminaba una lucha su lobo quedaba muy sensible y agresivo entonces no toleraba a cualquiera que no fuese Jimin o Hoseok sus amigos y manos derecha en todo desde que tiene memoria—El total resultó siendo muy satisfactorio, ya que, la producción entera nos alcanza y nos sobra para resistir el invierno, Rey Jeon— Terminó de hablar el rubio de nombre Jimin con su sonrisa haciendo que sus ojos desaparezcan en dos media lunas.