Winter Falls [Lee Know]

Capítulo XII Segunda Noche

+I... ige ss-.. sagge.. ash

Dejé el libro a un lado de la cama al mismo tiempo que recostaba mi espalda contra el respaldar cruzándome de brazos con algo de frustración al no poder pronunciar aquellas palabras tan sencillas pero complicadas a la vez. Desde que hace varios días he tratado de descifrar el significado de lo que escucho a media noche mientras estoy sumergida en mis sueños, pero cada vez parece que es un mensaje sin sentido.

Es una lengua algo extraña, en la investigación que hice decía que fue usada hace miles de años cuando aún ni se había descubierto gran parte del mundo, fue una lengua que usaba un pequeño pueblo al norte de Egipto donde se comunicaban entre ellos a las horas del atardecer, era un secreto hasta que éste viajó por el resto del país convirtiéndola en una lengua maldita debido a que cuando era usada algo malo sucedía cerca del lugar, algunos la olvidaron y otros solo la ignoraron y siguieron enseñando dicha lengua a siguientes generaciones. Dicho idioma viajó durante mucho tiempo en las sombras de otros por miedo a que pudieran cortar la lengua de quien lo empleaba, así nadie sabría que aún seguía en pie para algunos.

Los años pasaron y con el tiempo esta lengua obtuvo fama debido a su mala reputación a la hora de emplearse, cada vez que alguien la usaba una persona cercana se veía envuelta entre la vida y la muerte, por ello las personas que se dedicaban a la brujería la proclamaron suya siendo oficialmente la lengua maldita del mundo. Con el pasar de los años esta fue enterrándose en el olvido debido a que ya no veían que causara el mismo efecto que antes, así que fue enterrada y olvidada, hasta hace menos de 50 años donde un hombre explorador encontró las escrituras enterradas en una cueva, el hombre desapareció a los días y jamás volvieron a hablar sobre este caso hasta el día de hoy.

Solo las personas que llegaron a hablar esta lengua saben su nombre, pero, para el mundo, siempre tendrá la etiqueta de "La Lengua Maldita".

Aunque hoy en día no se tiene registro de que existan personas que puedan hablar aquel idioma, así que quedará en el olvido nuevamente y la única vez que logré escuchar su sonido fue en aquellos susurros repentinos en la madrugada.

Suspiré estirando mis piernas sobre la cama al mismo tiempo que escuchaba un pequeño gruñido por parte de mi cachorro.

+¿Qué sucede, pequeño? Pensé que estabas dormido

Lo acaricié suavemente hasta que escuché un ruido proveniente del pasillo que me hizo poner en alerta, ¿quién estaría a esta hora rondando por el pasillo? Puede que mi hermana haya decidido dar un paseo nocturno, pero sería algo raro viniendo de ella. Negué varias veces sin tomarle importancia acomodándome en la cama tratando de conciliar una vez más el sueño, pero el peso que colgaba de mi cuello me impedía estar cómoda, ¿cómo su peso ha podido cambiar desde hace un tiempo? Antes era como si cargara una pluma colgando de una cadena, ahora es como tener una pequeña piedra colgando de este. Llevé mi mano hacía éste haciendo una pequeña mueca al sentir el calor que emitía, es como si estuviera liberando una concentración de energía.

Sage....Sage

Me incorporé rápidamente sentándome en la cama al escuchar ese suave susurro cerca de mi oído, ¿Qué estaba sucediendo? No creo en los fantasmas, pero creo que en este momento una parte de mí se ha vuelto creyente. Tomé mi sudadera y me la coloque mientras caminaba hacía la puerta siendo seguida por una pequeña bola de pelos pegada contra mis piernas, tal vez no quería estar solo en la habitación. Salimos de la habitación caminando despacio por el pasillo sin hacer ruido, todo se encontraba en completo silencio, como si no hubiera un alma en el resto de la casa.

Los pequeños gruñidos de mi cachorro llamaron mi atención haciendo que me detuviera cerca de las escaleras, me agaché a su lado y lo acaricié.

+¿Qué sucede, hermanito? ¿A quién le gruñes?