Como el agua bendita, somos carcajadas que abundan en vida impropia, la igualdad en ocasiones no es misericordiosa, somos como plantas que necesitan riego, como el holgazán que alrededor de la colectividad moderna, obtienen bienestar sin fatiga, nuestra felicidad undívaga vulnerable al pánico.Mi felicidad no es correspondida en fachada inadecuada, no conozco el temor al conquistar mi ventura recíproca, no conozco el miedo aun percibiendo su olor, Soy feliz porque mi felicidad diversa, en mi juicio aprobare la igualdad entre la expectativa y la realidad, y suprimiré mi mi silencio contra la muralla misericordiosa.