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"Todo va estar bien, vas a estar bien.

Eres más fuerte de lo que realmente piensas y crees".

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"¿Por qué esto tiene que doler tanto?", se preguntó mentalmente. "No, esto no duele...", se dijo. "No, claro que no", aseguró. "¡Esto arde, quema, lastima!", se quejó. "¿Por qué?", se cuestionó, "Siempre fui amable con los demás; no hice daño, no insulte ni ofendí a nadie. No recuerdo haber hecho ningún mal, ¿Entonces?", indagó.

Entremos en contexto, dirían los buenos reporteros...

Luego de terminar su desayuno, Chay fue llevado personalmente por su hermano y Kinn a la casa de la Segunda Familia. Una vez allí, Pete los recibió y saludó con una gran sonrisa; feliz de ver al menor, a su amigo y a uno de sus ex's jefes.

Unos minutos más tarde, después de conocer el estado de salud de los hijos de la ex Familia Menor y el ex guardaespaldas, los nuevos jefes de la Primera y Segunda Familia se retiraron.

Cuando finalmente estuvieron a solas, el mayor le mostró la habitación en la que el menor podría cambiarse de ropa. Ya estando vestido para la ocasión, se encaminaron hacia el gimnasio de la casa.

"Bien, Chay, empezarás con una rutina de calentamiento y estiramiento, Luego harás algo de cardio y acondicionamiento para que tu cuerpo se adapte al entrenamiento. Después, finalmente, aprenderás algo de box". Le había informado el ex guardaespaldas, mientras entraba al lugar en el que el menor sería entrenado.

"Bien. Calentamiento, estiramiento, cardio y acondicionamiento", se repitió mentalmente el nuevo segundo hermano de la Segunda Familia. "No parece tanto", se animó.

¿Qué no parece tanto?

¡¿Qué no parece tanto?!

JA! Eso, claramente, lo dijo el Porchay del pasado; el de hace una hora más o menos, para ser exactos. Porque el de ahora, el del presente, definitivamente no piensa lo mismo.

Podría jurar y perjurar que todo tu cuerpo no da más. En serio, ¿En qué estaba pensando cuando acepto el entrenamiento?

No está acostumbrado a ejercitarse. Las únicas ocasiones en las que hacía ejercicio físico eran en las clases de deporte, solo porque era una asignatura más. Tampoco es como si estuviese fuera de forma, bueno, al menos no visualmente...

Ya va más de la mitad del ejercicio cardiovascular y lo único que siente es como cada uno de sus músculos queman; en serio, no está bromeando, que alguien le eche agua con hielo. Por favor.

Es consciente de que sus movimientos son cada vez más lentos y descuidados.

Solo faltan cinco minutos más en la cinta, tal vez podría pedir un descanso, ¿No?

-No es conveniente que pares ahora -comentó un chico de ojos rasgados, que se acababa de sentar en el suelo al lado de la maquina de correr que estaba utilizando Porchay, como si hubiese leído sus pensamientos.

-Shia... -murmuró dando un pequeño salto en la cinta, casi perdiendo el equilibrio.

-...Tu cuerpo se está adaptando al entrenamiento; si te detienes ahora, luego deberás comenzar todo de nuevo -agregó mientras vendaba sus manos; ignorando el pequeño susto que le dio al contrario, que ahora lo estaba mirando con el ceño fruncido.

We can all learn to love again ||Macauchay||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora