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"En las buenas, en las malas y en las peores"

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El adolescente comenzó a volver de la inconsciencia, removiéndose sobre el suave colchón. Haciendo una mueca y quejándose por lo bajo al sentir los músculos de su cuerpo adoloridos y algo adormecidos.

Abrió los ojos, parpadeando suavemente, aclarando su visión y enfocándola. La vista de un techo, pintado de un color claro, lo recibió.

Lo reconoció al instante, el techo de su habitación.

Es decir, ¿Cómo no lo haría? Si fueron incontables las noches de insomnio en las que observó ese mismo cielorraso, como si fuera lo más interesante en este mundo, mientras permitía que sus pensamientos lo atacaran y consumieran poco a poco...

—Le harás un hoyo a el pobre techo si lo sigues mirando así. —Comentó una voz femenina, sacándolo de su tren pensamientos y recuerdos. La dueña de dicha voz se acercó a la cama, quedando parada junto a ella. —¿Cómo te sientes, Beach Boy?

Macau sonrió, reconociendo a la chica frente a él.

—Creo que he estado en peores condiciones antes —bromeó, ronco y dificultoso, mientras tomaba una nueva posición sobre la pieza rectangular de material blando bajo su cuerpo, recostando parte de su espalda y cabeza en el respaldo de la cama.

La fémina tomó la botella de agua que se encontraba sobre la mesa de luz, la abrió y se la entregó a Macau.

—Gracias... —murmuró, luego de beber un poco del líquido y dejarlo a un lado. Seguidamente, observó a su alrededor—. ¿Por qué las luces están tan tenues?

—Las personas normales preguntarían cosas como: ¿Qué día es?, ¿qué me pasó?, ¿Dónde está mi familia? No por las malditas luces —murmuró la castaña. Macau la miró—. Pero en fin, ¿Cuándo hemos sido normales nosotros? —cuestionó, sonriendo de lado.

—El reloj digital está justo a un lado de mi. —Señaló el adolescente. La chica de piel clara miró el objeto mencionado.

'Sun. 20 | 05| 22'

'19:57 p.m'

Luego volvió a mirar a su amigo, este le sonrió y abrió los brazos. La joven se lanzó con cuidado hacia Macau, permitiendo que este la rodeara con sus extremidades.

—I missed you, As... —susurró el segundo heredero de la Familia Menor, unos segundos después, terminando de subir a la nombrada a la cama, dejándola a su derecha, sin romper del todo el contacto físico.

La chica apoyó su mentón en el pecho del contrario, mirándolo fijamente y sonriéndole, luego respondió: —I missed you too, Mac.

Permanecieron en silencio, disfrutando de la compañía. Macau aprovechó para recapitular los acontecimientos previos:

Él conduciendo hacia la playa Hua Hin...

Un auto negro interceptando e impactando su bonito Audi...

Su automóvil rodando hacia el otro lado de la carretera, terminado de cabeza y luego él perdiendo la consciencia...

Él despertando en una habitación lujosa, con una intravenosa conectada a su brazo...

La hermosa vista de la ciudad, en pleno apogeo nocturno, desde el Penthouse en el que se encontraba...

Tee, Sai y Zon -los hermanos mayores de sus amigos(aunque parecían más sus escoltas)-, llegando junto con el jefe de guardaespaldas de la Family Minor y sus subordinados, preguntando dónde estaba la chica que en este momento se encuentra a su lado...

We can all learn to love again ||Macauchay||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora