Peter Parker era un adolescente cualquiera, con problemas de cualquier adolescente... hasta que le pica una araña y todo cambia...
Acompáñame a ver esta historia de conflictos, villanos, héroes y sobre todo... amor.
Peter llega al puente, esperando que Gwen y su tía estén bien.Llega y las vé atraparlas en lo alto del puente, al borde de una muerte segura.
May: ¡Ayudanos Spider-Man!
Gwen: ¡Si Spider-Man, ayudanos por favor!
Peter va rápidamente a salvarlas, pero es embestido sorpresivamente por El Duende Verde
Spidey: ¡Ahh!
Duende Verde: ¡Bienvenido al juego final araña! O debería decir...
Spidey: No te atrevas.
Duende Verde: ... Peter Parker.
May: ¡¿Peter?!
Gwen: Hay no...
Spidey: Que has hecho.
Duende Verde: Hablar con la verdad. Por más que intentes ocultar secretos, tarde o temprano estos te harán daño
Spidey se lanza contra el Duende Verde, pero él, de un solo golpe lo empuja, por lo que Spidey tiene que lanzar telarañas para no caer, y vuelve a dónde está el Duende Verde.
Duende Verde: ¡Llego la hora araña!
Spidey: No vas a dañar a más gente.
Duende Verde: ¿Listo arañita?
Los dos se prepararon para pelear.
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Los dos se acercaron y se empezaron a golpear.
Spidey trataba de golpearlo, pero el Duende usaba todo su potencial para poder ganar.
Spidey lograba esquivar con suerte los ataques, pero el Duende no se rendía, y sacó sus cuchillas. El Duende descontrolado acuchilló a Spidey en el estómago, y luego en los brazos. Peter perdía mucha sangre, y casi no podía mantenerse de pie por el dolor.
El Duende atacaba sin piedad a Spidey, quien ya no podía más.
El Duende se detuvo y le dijo:
Duende Verde: ¿Ahora lo entiendes? El mundo no necesita un héroe. Necesita un salvador. Y yo..., no tendré ningún rencor. Tu tía y Gwen estarán en constante peligro, y a pesar de todo lo que hagas, tus seres queridos van a ser los que paguen por tus errores.
El Duende agarra su planeador mientras le termina de hablar.
Duende Verde: Ahora te pondré fin araña. Y no tengas miedo, tu novia y tu tía te acompañarán a más allá. Y no habrá nadie quien te extrañe.
Spidey estaba tirado en el piso, y al escuchar estas palabras no pudo evitar sentirse mal, porque dentro de todo el Duende tenía razón.
Spidey al darse cuenta de eso estaba a punto de rendirse, cuando algo resonó en su mente...
