Peter Parker era un adolescente cualquiera, con problemas de cualquier adolescente... hasta que le pica una araña y todo cambia...
Acompáñame a ver esta historia de conflictos, villanos, héroes y sobre todo... amor.
Peter se despierta de su sienta con Felicia junto a él.
Felicia: Buenos días arañita.
Peter: Buenos días preciosa
Ambos se darían un corto y tierno beso.
Felicia: ¿Listo para el robo de hoy?
Peter: Claro que sí.
Ambos se ponen sus trajes y van rápidamente al banco.
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Spidey: Es la primera vez que robo...
Black Cat: No te preocupes, es fácil. Solo tienes que esconderte bien, evadir todas las trampas y llevarte todo el dinero y las joyas.
Spidey: Bueno, lo intentaré.
Spidey toma a Black Cat de la cintura y se columpian hasta la entrada del banco.
Spidey, al llegar, empieza a vibrar su sentido arácnido.
Spidey: Es hora...
Ambos entran por la ventilación.
Black Cat: Tengo un mapa de la ventilación.
Peter: Entonces, ¿Cuál es el plan?
Black Cat: En está parte, la ventilación se divide en dos. Yo voy por la derecha, y vos, por la izquierda.
Peter: ¿Y luego...?
Black Cat: Luego, bajamos cada uno a la habitación en la que están las joyas y, en esa parte, vos atrapas a los guardias que puedas con tus telarañas, mientras yo, los golpeó y atrapó.
Peter: Buen plan.
Black Cat: Luego, tomamos las joyas y volvemos por el mismo camino, ¿Entendido?
Peter: Entendido, ahora vamos.
Ambos se separan y llegan cada uno a su parte de la habitación.
Spidey los golpeaba a los guardias, dejandolos inconscientes y los envolvía en telaraña, para luego robar la mitad de las joyas.
Spidey: ¡Hola oficiales!
Policía: ¿Spider-Man? ¿Que haces aquí?
Spidey: Corrección, yo soy Black Spider, el nuevo ladrón.
Policía: Pues te atraparemos.
Spidey: ¿O sinó que?
Policía: Spider-Man lo hará.
Spidey: Jaja, Spider-Man no llegará.
Mientras tanto, Black Cat también hacía lo suyo, golpeando, arañando y atrapando policías.
