Ser uno de los mejores atletas en la universidad, consta de recibir centenares de regalos y confesiones, especialmente en su cumpleaños. Pero solo uno de ellos, tuvo toda su atención.
Sus rosas favoritas.
No imaginó que fueran de su rival dentro y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
── 💧 ──
Jimin
─ No puedo creer que realmente nos hicieras té para tener esta conversación ─río suavemente, mientras acepto la taza de té caliente que me extendía Seokjin.
─ Pues, la verdad... preferiría alcohol en caso de que decidas partirte a llorar ─comienza a explicar, tomando asiento a mi lado. Al oír eso último, golpeo detrás de su cabeza con indignación y él ríe ante ello─. Pero mañana debo trabajar y tú tienes que estudiar. En fin, la adultez, amigo mío. Tómala o déjala.