Fake | KM au

XVII

Jimin

Silencio. Últimamente, parecía haber tanto silencio entre Jungkook y yo.

Habia sido algo dificil encontrar una habitacion libre para que pudiéramos hablar, todas estaban ocupadas por parejas e incluso con cierta compañía extra... en fin, nada de lo que quisiera saber o volver a recordar.

Esto no era justo.

Comencé a creer que al universo le gustaba hacerme malas pasadas, quiero decir... me había animado a sincerarme con Jungkook, pero parecia que mi intensión no encajaba en este momento. Aunque pensándolo bien, ¿a quién se le ocurriría hablar con seriedad en medio de una fiesta? Pues claro, al tonto de...

Oh.

Lo recordé.

Casi habia olvidado por completo que este lugar contaba con una azotea. Un lugar tranquilo y perfecto para hablar.

Así que luego de recorrer unos cuantos pisos, aquí estábamos... sentados en la azotea y sumidos en la burbuja de cada uno, sin saber como comenzar a hablar de esto.

Por un lado, Jungkook parecía tener toda su atencion en los botones de su chaqueta negra, sin querer cruzar mirada alguna. Se veía nervioso y ansioso en su lugar. Verlo así despertaba cierto sentimiento en mi, ciertas ganas de querer acercarme a él y calmarlo, pero no sabia como hacerlo, o al menos no me sentía lo suficientemente tranquilo para acercarme sin antes haber hablado.

Y por otro lado, me tenían a mi, con la mirada clavada en Jungkook.

Esta vez, me permití verlo. Noté como su cabello oscuro ahora parecía ser más largo, porque llegaba a cubrir las pestañas de sus ojos. Pude apreciar como sus colgantes plateados brillaban por la luz de luna. E incluso podría jurar que había una nueva perforacion allí. Noté que su entrecejo estaba fruncido. Parecía confundido, totalmente metido en sus pensamientos. También pude ver como mordía su labio inferior con inquietud, el cual ya comenzaba a verse cada vez más rojizo. Casi tentador. Pero no pude pasar por alto su atuendo, el cual me había dejado con la boca abierta p

Era de otro mundo.

Por un momento, sentí calidez en mi pecho, a pesar de saber lo que vendría ahora: sincerarnos. Pero es que poder verlo... algo tan sencillo pero que no me había permitido hacer en estos días, habia aliviado cualquier preocupación. O al menos, había logrado superar todo lo demás.

Porque si, estos días estuvieron llenos de palabras no dichas, de miradas suplicantes pero sutiles, de ganas de llamar la atención del otro aunque sea por un segundo, de ganas de correr hacia el otro y de muchas cosas más que no sabría explicar, pero que habían sido un martirio.

─ ¿Jimin?

Oh, bien.

Jungkook había decidido romper el hielo.

─Lo siento. ¿Qué?

─ Te quedaste viéndome ─menciona con una sutil y tímida sonrisa─. Entonces... ¿hablaremos de lo que ocurrió ahí abajo?

─ Oh, si. Hablaremos de eso ─asiento con mi cabeza, intentando ahuyentar los nervios que volvían a mi.

Silencio, otra vez.

─ ¿O no quieres, Jimin? ─cuestiona con cuidado.

Al parecer, mi respuesta no había sido totalmente convincente.

─ No es eso ─me apresuro a decir. Suelto un suspiro─. Es solo que... esto es nuevo para mi. Siempre me ha costado hablar y abrirme a los demás.

Algo se suaviza en los ojos de Jungkook y logra transmitirme calma.