Capítulo 3: ¿Eres Gay?

138 21 3
                                    

-Tenemos que bajar Douma- le hablé, pero no contestaba. - ¿Douma?- cuando lo separé de mí, lo encontré dormido, murmurando que amaba mucho a su esposa y a sus hijos. Suspiré sonriendo. Si amó mucho a su esposa, e incluso a sus hijos.

Caminé hacia el filo del techo y miré a Kyojuro mirando su celular mientras escuchaba a mis compañeros borrachos contando sus historias más tristes.

-Hey, ¡Señor llamitas!- le grité, y el alzó la mirada y su cara se iluminó.

-¡Kotty!-El me llama así de cariño. -¿Sucede algo?

-Si- digo, mirando a Douma. -¿Crees poder cargarlo?- le pregunto.

-¡Claro que puedo!- Dijo subiendo al techo y mirándolo. –Guao, se ve tierno- yo alzo una ceja.

-¿Eres gay?-

-¡¿Qué?! – el empezó a negar rotundamente – ¡No me gustan los hombres! ¡Solo es que se ve tan tierno durmiendo! ¿Sabías que los borrachos se ven tiernos cuando se duermen?- dijo sonriendo y a la vez cargando a Douma, Si, tenía todita la razón, los borrachos se ven más tiernos estando dormidos.

-Por cierto, ¿Dónde está tu auto, Kotoha?- preguntó curioso.

-Se me dañó y tuve que mandarlo con...- no podía decirle que Douma me ayudó –Con unos mecánicos que quisieron ayudarme –Sonreí mientras dejábamos en el pasto a Douma.

-¿Lo dejamos aquí?-

-No, lo llevo a mi casa. — ¿Es que ahora en que carajos estás pensando, Kotoha?

-¿Segura?- preguntó.

Asiento levemente y tomo de las piernas, mientras que Kyojuro lo tomaba de los brazos.

-Bien –dije suspirando, espero que no se me caiga –Un, dos y tres- y lo cargamos. Debo recordarlas que mi casa estaba a unos metros de casa de mi hermosa Kie, así que no teníamos que utilizar el auto.

Cuando entramos a casa, no tuve más remedio de llevarlo a mi cuarto, Kyojuro y yo lo lanzamos a mi cama y este solo seguía durmiendo, Le sacamos  su terno, su corbata, su camisa, su pantalón, y sus zapatos. No le quitamos las medias, pues pensé que tendría frío.

-Si, claro, frío en verano- dijo Kyojuro mirando otro lado riéndose.

-Bien, cualquier cosa me avisas, ¿Si?- dijo Kyojuro acercándose a mí y dándome un beso alado de mi cabeza, para luego irse en la oscuridad.

Me siento alado de Douma y me acuesto. ¡Qué día agotador! Lo único que quería era dormir. Cerré lentamente mis ojos, intentando dormirme.

Mis frías manos intentaban calentarse en la chimenea de la casa. Yo en ese entonces tenía quince años. Mis hermanos menores también hacían lo mismo. Vivíamos en la gran riqueza, sin embargo, nuestros padres nos maltrataban. La más pequeña de los hermanos se acercó a mí, abrazándome.

-Nee-chan- su voz es temblorosa –T-tengo frío-

Yo simplemente la abrasé con mi fuerza. Era otoño, próximo para invierno y eso no me gustaba. Mi madre se acercó lentamente a mí, junta a otra persona.

-¿Esa es la niña?- preguntó el desconocido mirándome.

Mi madre asintió y agarré la mano de mi hermanita con fuerza.

-Excelente, sus ojos son de maravilla.- dijo sonriente el desconocido –Perfecta para que se case con mi hijo-

¿Qué?

-¿Mamá?- pregunté desconcertada.

El hombre desconocido me agarró la mano, y yo no podía soltar a mi hermana

-¡Deja a mi hermanita!- gritó a sollozos mi hermanita pequeña.

-¡Estúpida!- mi madre golpeó a mi hermana y la mando al suelo, y con su manito tomando su mejilla, que le ardía.

Gritos.

Desesperación.

Llanto.

Hermanos.

Abrí mis ojos desesperada, sudando. Voltee a mirar y ya era de día. ¡Mierda, El trabajo! Y de paso me sonrojé cuando vi a Douma aún dormido.

Intenté moverme, cuando la mano de Douma toma mi brazo y me jala hacia a el y me abraza tan fuerte que no puedo moverme. Su respiración roza mi cuello y me estremezco.

-J-joven D-douma..- susurro.

-¿mhm?- el parece despertarse, y cuando creo que se da cuenta, me empuja un poco lejos de él. -¡Ah, Mierda!- Se cae al piso, yo me arrastro hacia el filo para verlo -¡Au!- luego se da cuenta que está sin ropa y me mira horrorizado- ¿Me has sacado la ropa?-

Asiento un poco confundida

-¿Acaso me violaste?, ¿Que carajos, pasó?, yo debería estar en mi casa, no aquí, le prometí a mis hijos ir a la casa temprano...-

-Douma..-

-Es que sabía que era mala idea tomar con ellos, ¡Lo sabía!-

-Douma-

-¡Ume estaría enfadada conmigo!-

Y ¡Pum! Le di una bofetada.

-¡Douma!

-¡Ay! ¿Qué?-

-Uno. No te violé, estabas borracho y además es verano como para dormir así con saco, Dos. Me prometiste estar en mi fiesta por mi cumpleaños, tres. Cuando estabas borracho me dijiste que tus hijos estaban de acuerdo esperarte hasta hoy en la tarde- me crucé de brazos -¡Por Dios! ¿Violarte? ¿desde cuando las mujeres se violan a los hombres?

El se queda en silencio un momento y suspira.

-Bueno, supongo que me alteré un poco-

-¿Supone? Querrá decir que si se alteró- 

El se ríe y yo me levanto para poder ayudarlo. Cuando lo hago, Douma queda parado, y más alto que yo así que tengo que alzar mi cabeza para verlo. El me sonríe y me sonrojo levemente.

-Bueno, ¿donde está mi ropa?-

-¿Ya se va?-

Uy, esa pregunta Kotoha.

-Ehm.. si- el sonrió nerviosamente -Mi jefe se va a enojar si no llego en...- el mira el reloj y abre los ojos- Oh carajo, tengo que irme ya- Rápidamente se coloca su ropa y mientras se coloca sus zapatos, se le cae una hoja, pero no se da cuenta. Cuando termina de vestirse, peinarse un poco, y arreglar su corbata, me mira.

-Gracias por... gracias por hospedarme en tu casa- sonrió -Nos veremos en cualquier momento- y con eso se fue corriendo de mi cuarto.

Me agaché a tomar el papel.

-Eres linda-

XXXXXXXXXX- Douma

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 24, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La leyes físicas del amor (Douma x  Kotoha) ¡Temporalmente Cancelada!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora