𝚃𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚛𝚎 𝚊𝚞𝚗 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚖𝚞𝚎𝚛𝚝𝚎. | Hanako x Tu [P A U S A D A]

007

♡︎♡︎Linda♡︎♡︎

La chica despertó, bostezo y se levantó del suelo frío con un poco de dificultad. Camino hacia los lavabos, enjuagó su cara mientras intentaba recordar todo lo que había pasado y porque está ahí, pero fue en vano.

—¡Ya-yashiro! ¡H-ha-hanako!  -grito con un poco de emoción y sorpresa al verlos en el espejo del baño.-

Se giro detrás de ella, dándose cuenta de que cuatro ojos la miraban con una sonrisa.

—¡Waah! ¡No sabes lo asustada que estaba, Akiyama-chan! ¡U-una sirena gigante te quería llevar para que fueras su sirvienta! -al terminar de hablar la abrazo con un poco de fuerza.-

¿Sirena gigante...? pensó la chica con confusión, pero al recordar pequeños fragmentos de lo que había pasadado en su mente divisó al ente fantasmal quién la veía con una preocupación y la cargaba entre sus brazos. Sintió su rostro arder levemente y aparto la mirada del chico quién la miraba como si esperara un abrazo.

—¡Oh! ¡Tendré nuevas asistentes! -musito el chico con cierta emoción en su rostro, pues ya no iba a estar tan solo como siempre lo estaba.-

—¿Q-que eran esas... c-cosas? -pregunto la azabache dirijiendose hacia el de ojos hermosos.-

—Escamas de sirena... o también pueden llamarles emparejamientos. -contesto.-

—¿¡Emparejamientos?! -exclamo la peli plateada con lo que parecía ser sorpresa y emoción.-

—Si, son escamas de sirena... aquellos que traguen las escamas serán malditos pero a la vez unidos por un fuerte lazo entre ellos. -la peli plateada al escuchar esto intento quitarle la pequeña bolsa de las manos pero fue en vano, el fantasma al darse cuenta de sus intenciones se elevó aún más en el aire haciendo que la chica lo atravesará y cayera al piso.-

—Siempre tuviste la solución... ¡Eres un mentiroso, Hanako-san! -dijo la oji rosada marchandose rápidamente de aquel lugar dejandolos solos.-

Nadie decía nada, así que el chico decidió romper el silencio.

—¿Quieres ser humana para siempre? ¿Como antes? -pregunto.-

—¿A... que te r-refieres? -pregunto con confusión.-

—Veras... lava una de tus manos, solo una. -se acercó con cuidado junto a la chica al lavabo.-

La oji azul hizo lo ordenado y en cuestión de segundos su mano había quedado cubierta por escamas, está, asustada la retiro rápidamente de el agua y cerro el grifo. Miró al fantasma como si esperara una explicación de aquello, pero inmediatamente lo comprendió todo.

—¿C-cada vez q-q-que toque el agu-ua me conve-vertire en una si-sirena? -pregunto con algo de miedo.-

—No, en realidad no. -la contraria suspiró con alivio.- te convertirás en un pez. -con un leve sonrisa revolvió el cabello de la chica lo que hizo que está se sonrojara de la vergüenza.-

—Como... ¿Cómo vuelvo a ser “humana”, Hanako-kun? -pregunto sin tartamudeos la azabache.-

El contrario dibujo una sonrisa picara en sus labios y con algunas pequeñas “maniobras” de la pequeña bolsa saco aquel objeto que llevaba como nombre escama de sirena o emparejamiento.

—¿Quieres ser humana de nuevo, Akiyama-chan? -pregunto con una sonrisa.-

—¡Si, p-por favor! -con emoción en sus ojos lo miro.-

—Entoces puedo concederte ese deseo... claro que a cambio de un precio. -deposito la escama de sirena en su lengua con ayuda de su pulgar.-

—¿Cuál es el precio? -pregunto decidida.-

—¿Quieres volver a la normalidad? -pregunto el oji ámbar.-

La azabache asintió con la cabeza

—Deberas pagarme con tu cuerpo. -y sin más trago la escama de sirena.-

Al escuchar eso sintió como su rostro se calentó como un horno. Un cosquilleo recorrió su cuerpo y miró al fantasma quién la miraba con una sonrisa pícara.

—Ahora, al otro lado de la frontera, entré esta y la siguiente vida... estamos vinculados. -comenzo a caminar hacia la chica quien retrocedía a cada paso que esté daba haciendo que está quedará acorralada en la pared.-

La azabache aparto la mirada con el ceño fruncido y su ahora rojo rostro ardiendo.

—Minimizare los efectos de la maldición en ti, a cambio me pagarás con tu... ¡Trabajo! -hizo una sonrisa de amabilidad haciendo que la chica suspirara con alivió.- ¿Sabes? ¡Siempre quise un asistente humano! -exclamo con emoción.-

La chica al oír qué este no se refería a cosas obsenas se sentó la ventana mientras lo miraba, cada facción de su rostro le era tierna... ahora tenía dos amigos... ¡Genial! Pensó.

—¿Pensabas que me refería a algo sucio? -pregunto pícaro.-

Al escuchar eso la azabache asintió levemente con la cabeza y aparto la mirada mientras el chico soltaba una pequeña risa, pues el verla sonrojada le era tierno.

—Ah, por cierto creo que deberías de quitarte esas o esperar a que mejoren, Linda -señalo con la mirada unas pequeñas esas que tenía en su brazo derecho.-

Esta, asustada las miro sobresaltada pero... algo le llamo la atención... ¿Me llamo Linda? Pensó.