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♡︎♡︎No pensar en el♡︎♡︎

—K-kou... -lo miró con tristeza, volviendo a llorar silenciosamente en el pecho de este.-

—¿Q-que fue lo que te paso?... -le pregunto preocupado sin saber que hacer o decirle.-

—H-hanako... -fue lo unico que pudo pronunciar.-

—¿Que te hizo ese maldito pervertido? -exclamo con cierta molestia al ver tan indefensa a la azabache.- será mejor que nos vallamos... -le dijo el rubio mientras acariciaba el cabello de la azabache.-

La contraria no dijo nada, solamente asintió con la cabeza aún con la mirada baja y algunas lágrimas recorriendo por sus mejillas.

[...]

Ahora estaban sentados en una banca de el parque, la azabache le había contado todo por medio de el teléfono como lo había hecho con la peli plateada. No sabía el porque ese sentimiento de tristeza no la dejaba, esa escena recorría su mente sin poder irse... la azabache llamo a su padre, el cual había regresado de su viaje de trabajo, preguntando si podía venir por ella para llevarla a casa, este feliz contesto que si, pero extrañado por la voz triste de su hija.
El rubio se la paso con ella todo ese tiempo, intentando animarla y hacerla reír almenos un poco, algo que por fortuna funcionó. Minutos después llegó el padre de la joven, un hombre de cabellos azabaches y ojos marrones junto a una piel casi pálida. El rubio se despidió de la azabache, diciéndole que si necesitaba su ayuda o con quién hablar el estaba para ella... cuando pronuncio esas palabras la azabache noto una mirada un poco triste en el rostro del rubio, a pesar de que esté le sonreía con dulzura. Entro al auto y se sentó en los asientos de atrás ella se despidió del rubio con una leve agitación de mano hacia el rubio. Su padre le hizo una seña a el rubio de que se acercara a el y este algo extrañado lo hizo.

—¿Si, señor Akiyama? -dijo el rubio, esperando a que el azabache le contestara.-

—Gracias por cuidar de mi hija... creo que sabes que ella no es muy sociable con las demás personas y... -exclamo pero no termino de hablar y solo suspiro y miró a el rubio con una sonrisa en rostro.- Gracias. -dijo bajando su cabeza levemente como si de una reverencia se tratase.-

—Es un gusto ser amigo de su hija, señor. Si me disculpa tengo que irme. -dijo antes de marcharse del lugar para dirijirse hacia la academia, pues se había perdido una de sus clases favoritas al consolar a la azabache.-

Su padre encendió el auto y comenzó a manejar hacia su hogar.

—¿Que fue lo que paso, mi niña? -le pregunto mirandola a través del espejo retrovisor.-

—Es co-complicado... -respondio con las mejillas ruborizadas.-

—¿Complicado? Sabes que puedes contarme lo que sea. -exclamo sonriéndole a través del retrovisor.-

La azabache suspiro, tenía y quería contárselo todo.

—Veras... hay un chi-chico que me gusta y... -su padre la miro algo celoso y ella río levemente.- y el... b-beso a mi a-amiga... -comento con la mirada baja al recordar lo que había pasado.- y ella sabía que e-el me gusta-taba... -termino de explicar, tratando de hacer todo más breve.-

—No te preocupes, hija, ¿El sabía de tus sentimientos? -pregunto y la chica negó con la cabeza.- entonces esa tal amiga es una idiota que no sabe valorar una buena amistad con una persona increíble como lo eres tú. -aquellas palabras hicieron que la chica sonriera.- ¿Y dónde vive el idiota?... -le pregunto con una mirada algo intimidante.-

—¡Mira, ya llegamos! -dijo la azabache y su padre paro el auto y está bajo.-

Era divertido estar con su padre, le encantaba que siempre intentaba hacerla sonreír o reír de diversas maneras o formas.
Pero odiaba que se tuviera que ir tan seguido de casa para salir a trabajar, no se quejaba, tenía a su madre y hermano, y una muy buena economía en casa gracias a su padre que tanto trabajaba para que a ella y hermano no les faltará nada.
Saludo a su madre quien leía una revista —posiblemente de belleza, libros o cocina— en el sofá. Subió a su habitación y se acostó en esta, necesitaba dormir e intentar no pensar en el.

𝚃𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚛𝚎 𝚊𝚞𝚗 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚖𝚞𝚎𝚛𝚝𝚎. | Hanako x Tu [P A U S A D A]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora