Valery Meyer no tenía la mejor vida, pero era feliz al menos podía costearse sus lujos que fue lo que desde niña le enseñaron tener todo era lo que su madre le decía.
Había sido criada por tres personas, aunque ninguna le sirvió mucho, no fue hasta...
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No sabía nada Raúl desde hace un día y medio, lo cual me preocupaba bastante lo más que pasábamos sin saber del otro era una hora como mínimo.
Anyways me encuentro caminando al colegio con los audífonos puestos pensando en una buena decisión, y mejor aún una razón lógica del porque Raúl no respondía mis llamadas.
Eso hasta que me encontré a Sofía y tiempo después a Danna comenzamos a caminar juntas sin poder decir una palabra, cosa que fue interrumpida cuando una moto se detuvo delante nuestro, y se trataba del estúpido por el cual me estaba quemando las pestañas.
─Cuidado hay mucho loco en la calle ─hablo una vez se quito el casco.
─¿Moto nueva? ─pregunto Sofía, quitandonos los audífonos, la mire mal.
─por eso no respondio tus llamadas el idiota ─señalo mi mejor amiga bastante indignada, pero volvimos nuestra atención a Raúl.
─¿Que les parece? ─asiente y posa su mirada en mi.
─Si me gustaran las motos, me gustaría
─Esta muy cool, lástima que la maneja un idiota
─No sabíamos que te gustaban las motos
─Si sabes que estas invitada a mi fiesta ¿verdad? ─ se dirigió a Sofía al notar mi insulto y el sarcasmo de Danna.
─Pero haber, has tenido un montón de fiestas desde que iniciamos la prepa y nunca me habías invitado
─Estoy invitando a toda la escuela ─responde quitado de la pena y me mira de reojo─ Es por el regreso de las chicas y el próximo cumple de Val
─Ademas ya es momento de relajarnos ¿no? ─mi castaña amiga es ganada y nos sonrie.
─Puedes traer a su mascota si quieren
─Yo no tengo mascota ─responde Sofía confundida.
Antes de que Raúl pudiera decir algo más, o de que yo le pudiera reprochar el insulto a mi hermanastro el mencionado llegó en bicicleta quedando a un lado de Raúl.
─Buenos días ─saluda Javi dejando un beso en mi mejilla le sonrió─ Oye cuidado ¿No?
─Las bicicletas van por el otro lado ─responde y me mira extendiendo su mano, ruedo los ojos─ vamos, era una sorpresa para mi linda chica.
─ve con el, nos vemos en el Nacional ─me susurra Danna.
Sonrió y tomó su mano, subo detrás de él rodando los ojos mientras extiende otro casco en mi dirección y se gira lentamente a ponermelo.
─Los vemos en la fiesta ─hablamos al unísono y Raúl arranca la moto.
***
Me encontraba caminando con Pablo, Raúl y Danna directo a la banca central, quería hablar con Isa pero la vi con Sofía y supuse que era algo acerca del hacker, así que Raúl me abrazo y segundo después nos encontramos a los mellizos.
