...yo sabía que existía tu nombre,y tu nombre era solo canto de pájaros en mis oídos.
Yo sabía que existía tu carne, y tú carne era fruta fresca, tentación de primavera en medio del oscuro bosque.
Yo sabía que existían los peligros, mas, nunca tuve miedo de la trampa oculta bajo los ramajes grises, de la taimada flecha que silba en la espesura, del dardo envenenado que hiere el corazón.
Solo de tu nombre tuve miedo. Y de tu carne: tú eras todos los peligros.
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Manuscritos de Pink Mountain
FantasiaUn libro que todos deberían conocer. Escrito en 1994, Manuscritos de Pink Mountain es la combinación perfecta entre madurez literaria y experiencia vívida. Historias de personajes de los cuentos clásicos de la literatura para niños son el pretexto p...