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- Ahora, ¿Qué harás? - pregunté con una urgencia palpable en mi voz.

- ¿Esa no sería la pregunta que yo debería hacerte? - su respuesta fue acompañada de una sonrisa amarga.

- Las decisiones que tomaré dependerán de tus acciones en este momento - afirmé, dejando escapar un suspiro. - Entonces, ¿Qué planeas hacer ahora?

- ¿Y tú qué quieres hacer? - Su tono era cauteloso, como si estuviera tratando de descifrar mis verdaderas intenciones.

- Quiero justicia - Lo dije sin rodeos. La sorpresa se reflejó en sus ojos al escuchar mis palabras. - Por eso necesito saber qué piensas hacer con la información que te he proporcionado.

Un silencio tenso llenó la habitación.

- No tengo intención de actuar - anunció finalmente, rompiendo el silencio con su voz serena.

- ¿De verdad? - Mi incredulidad se manifestaba en cada palabra que pronunciaba.

- Por supuesto - respondió con calma.  -Si tomo medidas, muchas cosas cambiarán, ¿no es así?

- Tienes razón - admití. - Pero el solo hecho de que yo haya llegado a este cuerpo y tú hayas decidido no actuar ya ha alterado el curso de las cosas.

- Lo sé, -murmuró. - Por eso quiero que te quedes a vivir con nosotros.

La propuesta me dejó atónito.

- ¿Por qué? - Mis pensamientos se agolpaban, intentando entender sus motivaciones.

- Quiero enmendar el cambio que he provocado - explicó. - Y tener un miembro más en nuestra familia no estaría de más - agregó en voz baja, como si estuviera considerando algo más.

- Sería un honor - respondí finalmente, aceptando su propuesta. No entendía completamente sus razones, pero estaba dispuesto a honrar esta nueva oportunidad que se me presentaba.

Seguí a Shikaku fuera de la habitación, donde nos esperaban su esposa y los líderes de los otros clanes junto con sus hijos. Era evidente que esto había sido planeado cuidadosamente desde el principio.

- A partir de ahora, Naruto será un miembro más de la familia Nara - anunció Shikaku solemnemente.

El peso de esas palabras resonó en el cuarto, al fin me libraba de ser parte de esa familia.

- Gracias por recibirme - dije con sinceridad, aunque mis palabras era insuficientes para la situación.

- Shikamaru, lleva a Naruto a su habitación - Miro a su padre por un momento y asintió.

Salimos y nos dirigimos a una habitación en el segundo piso. Observé cada detalle del lugar, consciente de la gran diferencia entre este entorno y el modesto departamento en el que solía vivir. Pertenecer a un clan tenía sus ventajas, aunque también venía acompañado de sus propias complicaciones.

- Shikamaru, ¿podemos hablar? - pregunte, quería disculparme por lo que paso.

- Todos escuchamos lo que dijiste - comenzó Shikamaru - ¿Realmente no eres el verdadero Naruto?

- El cuerpo sigue siendo de Naruto, al parecer hicimos un intercambio - expliqué, tratando de encontrar las palabras adecuadas para tranquilizarlo.

- ¿Sabes si volverá en algún momento? - Su voz temblaba ligeramente, parece que lo quería mucho.

- Lo dudo mucho - admití con pesar. - Después de todo, ambos hemos muerto.

Me acerqué a él y lo abracé, tratando de transmitirle algo de consuelo en medio de tanta incertidumbre.

- Lo siento por lo de antes, no quería que presenciaras esa escena. - Hice un pequeño silencio - Tal vez no esté el verdadero Naruto aquí, pero prometo cuidar bien de él.

Shikamaru correspondió al abrazo, dejando escapar algunas lágrimas antes de quedarse dormido. Lo deposité con cuidado en la cama y salí de la habitación, debe estar muy cansado por todo lo que ha ocurrido en estos dos días.

- Padre - me dirigí a Shikaku y a los demás presentes con una reverencia respetuosa. - Voy a salir.

- ¿A dónde irás? - La preocupación se reflejaba en los ojos de Shikaku mientras me miraba atentamente.

- El abuelo Hiruzen debe estar buscándome - respondí con calma. - Iré a informarle sobre mi cambio de apellido.

- Pídele que sea discreto y que venga a hablar conmigo, - ordenó Shikaku, evidenciando su deseo de mantener esta situación bajo control.

- Lo haré - asentí con solemnidad antes de despedirme con otra reverencia y salir en busca del abuelo Hiruzen.

MI VIDA EN NARUTO (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora