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No importa cuán molesto me sienta ahora por esto, ahora no puedo hacer nada. Mi control sobre mi chacra era débil y cualquier técnica agotaría el doble de energía de la que disponía.

Retrocedí un par de pasos y el jutsu de sobra me atrapó, ni siquiera me sorprendía. Después de que salga de esta situación, será mejor que entrene control de chacra, velocidad, reflejos y rastreo. Considero que debo de entrenar lo más básico ahora, ya que no puedo entrenar algo avanzado en el cuerpo de un niño de 6 años, bueno, si es que salgo vivo.

— Si no estuviera en esta situación, diría que los adultos son asombrosos — dije, notando la curiosidad en la mirada de Shikaku — Shikamaru, por favor, sal de aquí por un momento. Responderé a tus preguntas luego.  

Shikamaru me miró con sorpresa, y tras un gran esfuerzo, logré sacar un ungüento y levantarlo a la altura adecuada.

— Este ungüento sirve para cualquier herida. Su efectividad es instantánea. Quédatelo —le dije a Shikamaru, quien lo tomó con ciertas dudas y luego salió.

—¿Por qué no intentas escapar? —preguntó Shikaku

— ¿Para qué?, ¿Qué sentido tendría? Si escapó, seguramente me atraparían de todos modos, ¿no? — respondí, girándome para encararlo.

— Tienes razón... Ahora dime, ¿por qué tu cuerpo comenzó a cambiar? — Sinceramente aún no se por que mi deseo tardó en cumplirse a diferencia del resto que se cumplió al instante, lo único que se me ocurre es que estaba analizando y preparando mi cuerpo para el cambio.

No le puedo decir que soy una reencarnada y mucho menos que conozco la historia, pero y si le digo ¿Qué pasaría? Sinceramente, no se me ocurre ninguna excusa para poder salir de esta situación y el hecho de que alguien supiera sobre esto me ayudaría, pero no se que tipo de reacción podría tener ante esto. 

— ¿Me creerías si te dijera que vengo de otro mundo? — maldición, lo dije sin pensar —. Este mundo es una variante de la historia original. — El universo no estaba de mi lado hoy, los nervios me estaban ganando.

Shikaku permaneció en silencio, sus acciones me iban a ser difíciles de predecir. Pero, ahora que había comenzado con esto no había marcha atrás.  

— No vengo de la línea original de la historia. Vengo de un mundo muy diferente al tuyo, donde esta historia es solo una ficción. Por eso sé que este es un mundo alternativo. — Ya empecé con esto, ¿No? Entonces hay que ir con todo y hasta el final.

— Eso no responde mi pregunta original — Me sorprende la calma con la que lo dice, ahora mismo ¿Qué se supone que le responda? ¿Qué un Dios me dio un par de deseos y yo pedí convertirme en Uzumaki de sangre pura?

— No lo sé completamente. Apenas llegué a este mundo y, aunque conozco el porqué, desconozco las razones específicas detrás de los cambios en mi cuerpo. — Aunque se porque de los cambios, aún desconozco el porqué del hecho de que se efectuara muy tarde.

— Entiendo — dijo, liberándome del jutsu de sombras.

— ¿Por qué confías en mí? — pregunté, notando su seguridad al momento de liberarme.

— Por qué al menos se que no eres un intruso que intenta dañar a la aldea.

— ¿Cómo estás tan seguro? Digo, no soy el Naruto que usted conoce. 

— Estoy consciente de ello, pero el hecho de que curaras a mi hijo, me dice que tienes planes totalmente diferentes. — respondió, tomando una pausa. — Si no fuera así, ya habrías utilizado el poder del Kyubi para atacar ¿Me equivoco?

Me sobresalté un poco al mencionar el Kyubi. ¿Cómo sabía de eso? Los únicos que saben sobre el chacra del zorro de nueve colas son mis hermanos, proclamados como los salvadores. ¿Acaso utilizaron un Yamanaka?

— Un Yamanaka intento entrar en tu mente y el chacra del Kyubi lo impidió — Hablo, como si supiera lo que estaba pensando.

— Entiendo — respondí, tratando de asimilar la información.

Shikaku se levantó repentinamente y se plantó frente a mí.

— Eso solo significa dos cosas: que eres uno de los hijos del Hokage y la Habanera Sangrienta o robaste el poder del Kyubi, dudo que sea la segunda opción. — declaró, y su siguiente pregunta me tomó por sorpresa — ¿Por qué ellos aún no te han buscado? 

Sentí un nudo en la garganta. ¿En serio no sabe lo que pasó? Estoy segura que todo el mundo dice que soy la reencarnación del kyubi, pero nadie sabe que soy el hijo de Minato y Kushina. Aun así, creía que los de rango sabían esto. Eso significa que me negaron desde que nací, no me sorprende que lo ocultaran. Mi respuesta fue clara y directa.

— Porque me despojaron y abandonaron. — Sus ojos se abren de la sorpresa. —Si incluso los de alto rango no saben que soy el hijo de Minato y Kushina, no me sorprende la manera en la que me trataban e intentaban ocultarlo antes que llegara a este cuerpo.

Solté un gran suspiro, ahora más que nada, ya no tengo remordimientos por lo que voy a hacer. Al principio, pensé que si se disculpaban y tratasen de arreglar las cosas, sería más que suficiente. Pero ahora, todas las dudas se disiparon. 

MI VIDA EN NARUTO (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora