Bear

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Era una noche oscura en la cual solo se podían escuchar la agitada respiración y los rápidos pasos de un castaño que traía una capa negra cubriéndolo. 

¿Qué le pides a la luna? 

¿Lo deseas por el bien de la persona que amas? 

Jeon Jungkook había escuchado de los dos frutos que se encontraban ocultos en el corazón de aquel gran bosque y esto fue porque aseguraban que, al comer de aquellas frutas con tu ser amado, ambos serian felices sin importar la situación. así teniendo su final feliz.

¿Qué es a lo que más le temes? 

¿Tendrás el coraje de cometer un crimen? 

En un rincón oscuro del bosque Jungkook pudo divisar dos grandes frutos totalmente rojos y no pudiendo evitarlo cayó de rodillas tomando de ambos sonriendo en grande de solo verlos 

—Esto debe de ser un hermoso regalo, si regreso con ellas... ¿se alegrará? —atravez de sus ojos se logró ver el gran brillo de anhelo y esperanza— Talvez estará tan feliz que llorará de alegría 

Con ambos frutos entre sus manos dirigió su mirada al cielo divisando la hermosa luna que brillaba sobre él y con el corazón acelerado de la emoción se levantó con mucho cuidado de no lastimar de alguna forma lo que traía en manos.

<Debo regresar a casa rápido...>

Con algo de precaución empezó su andar pues se rumoreaba que en las noches tan oscuras como las de aquel día, salía un gran oso aterrador y salvaje...

—Con mucho esfuerzo las encontré... no pienso perderlas ahora —murmuraba para si mismo mientras apoyaba aquellas frutas en su pecho con la intención de cubrirlas de cualquier peligro—

En poco tiempo empezó a aumentar su andar tras escuchar los arbustos moverse y ramas siendo pisadas, al poco tiempo comenzó a correr sobre aquel sendero que apenas florecía.  

—Debo llegar, debo apresurarme... así él y yo podremos ser felices —soltó pequeños jadeos ante el cansancio mas no se detuvo y al observar sobre su hombro por un breve momento pudo verlo— mierda... —murmuro para así dirigir su mirada al frente—

EL gran oso de oscuro pelaje venia atrás de él persiguiendo sus pasos y lo supo... Supo que en realidad aquellas frutas eran el gran tesoro de aquel oso y que él había pasado por alto ello a causa de su desconocimiento. Pero el solo corría y corría, al no estar dispuesto de entregar aquella felicidad que tanto añoraba con su pequeño príncipe solo podía ver la gran figura del oso a causa del brillo de la luna sobre este, aquella figura que se acercaba más y más a él.

Estaba seguro de que ya estaba perdido, pues no recordaba el camino a causa del miedo y por haber corrido sin control, el había perdido el camino correcto...

Aun así, no se detuvo, escuchando del llanto de aquel oso mientras el solo sintiendo pequeñas gotas de lagrima escapar por sus mejillas al querer llegar junto a su príncipe, creyó volverse loco por el pánico pues incluso podía escuchar a las frutas llorar junto a él...

Hasta que todo se detuvo, pues llego a casa...

Al por fin haber llegado a su dulce hogar una vez cerró la puerta pudo divisar al pelinegro de baja estatura, este sonreía gentilmente como siempre lo hacía. Él amaba todo de el por eso mismo fue a buscar aquellas frutas que lo harían feliz después de haberlo visto llorar múltiples veces en silencio.

Le sonrío de igual forma viendo como su pequeño se acercaba a él con una pequeña taza de té. Aunque la sonrisa del pálido se fue borrando al ver lo que traía el castaño.

—Jungkookie.. —Murmuro antes de sentir como la taza se escapaba de entre sus manos al ver las frutas que su amado había llevado— 

—Gigi lo conseguí, al fin los conseguí mi amor —sonrío en grande mostrándole los frutos a su pequeño— 

—Mi amor... —sintió sus ojos picar y su pecho oprimirse— nuestros pequeños ya no están con nosotros... —no pudiendo soportar más sintiendo las lágrimas escapar de sus ojos— por favor regresa a esos pequeños a su verdadera madre 

Todo quedo en silencio alrededor de ellos, el solo pudiendo sentir las pequeñas caricias en su mejilla a causa de su pequeño. Bajo la mirada a sus manos, en ellas estaban dos pequeños durmiendo cómodamente sobre su pecho y cayendo la realidad sobre el pudo ser consciente de todo...

Estuvo cegado por el dolor que no fue consciente de lo que hacía, añoraba tanto de aquellos tiernos frutos que como fuera. Ahora era consciente que con sus manos cometió un pecado imperdonable... 

—Aún hay tiempo de resolver esto kookie —su mano se alejó de la mejilla del castaño dirigiéndose a la de los pequeños que descansaban plácidamente— Solo busquemos a su familia...

—Lo siento —murmuro levemente ganándose la mirada de su pequeño— es algo imposible ahora, porque... afuera de la casa está el cadáver de aquel oso

Yoongi comprendió a lo que se refería quedando totalmente estático en su sitio. 

Afuera de aquella linda casa se hallaba el cadáver de una mujer, totalmente helada solo teniendo a su lado una pequeña botellita de vidrio con leche dentro... 

—Seremos ahora su familia mi príncipe —sonrió en grande el castaño haciendo que el pelinegro levantara la mirada y aprovechando esto acerco su rostro al contrario para así poder unir sus labios con los del contrario— seremos una familia feliz, Gigi 

El único testigo de aquella noche fue la brillante luna... 

Cortos KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora