Aquella noche era más fría que las demás o al menos así lo sentía aquel pálido, el cual solo se hallaba en su cama con una playera mucho más grande que su contextura. Lo único que podía oír era el golpeteo incesante de su puerta siendo acompañado inconfundible de su celular, claro que quería contestar, pero ese juego debía acabar ya no podía seguir siendo solo un juguete.
[...]
Lo único que se podía oír en aquellas cuatro paredes era el incesante golpeteo de la cama contra la pared siendo seguido por los gemidos algo agudos y grabes de aquella pareja de amantes, una forma de satisfacer sus deseos siendo uno cegado de amor hacia el otro, pero no todo puede ser perfecto. Hace un momento el celular del más alto no se paraba de sonar por notificaciones de mensajes y llamadas, ya harto de aquello el castaño tuvo que detenerse un momento para tomarlo mientras recibía una pequeña queja por parte del pálido.
—Silencio, bonito -sonrió levemente logrando encantarle para luego sentirlo moverse nuevamente dentro de él- si haces silencio prometo darte un premio... -el pálido asintió levemente mientras colocaba sus manos en sus labios intentando acallar sus propios gemidos-
Aquel pálido se sintió derretir tras las fuertes y rápidas estocadas, sintiéndose lleno de éxtasis tras la gran adrenalina de ser descubiertos, y claro que quería ello, él quería que aquella mujer se enterara que él era quien tenía al castaño que era el quien lo satisfacía que era el a quien amaba ¿cierto?
Tras colgar la llamada el castaño tuvo toda su atención en el pálido el cual soltó un chillido de sorpresa tras el choque de sus labios algo brusco, pero él lo recibía feliz el solo quería que ese juego se acabe y que el castaño se quede con él.
Lo que el pálido no sabía es que no puedes confiar en solo promesas, se necesitaban acciones.
[...]
Su corazón se encontraba en su puño o al menos así lo sentía él, simplemente no quería creer que aquel castaño haya jugado con él no quería hacerlo, él lo amaba...
—¿Pero que podías esperar de él? literalmente estaba engañando a su novia contigo
—Y-yo creí que... -el pálido no podía formular palabra simplemente no se encontraba ahí-
—Lo siento Yoon pero, era de suponer que el muy idiota solo te estaba utilizando... eres demasiado inocente y muy amable con él -murmuro el pelirrubio mientras intentaba consolarlo más parecía imposible-
Cuando el pálido iba a responder se vio interrumpido por su celular, el cual marcaba una llamada justamente del castaño y aunque se vio contrariado a responder por la negativa del rubio este contesto siendo reprochado por la mirada del otro.
—Koo... -murmuro levemente intentando que no se notaran sus hipidos-
—Hola, bonito -pudo escucharlo animado imaginando que este sonreía- ¿tienes planes para esta noche? -su corazón por un momento pareció latir nuevamente en espera de que el negara todo sobre aquella boda o que el no acepto y fue todo un mal entendido-
—No ¿por qué? -una pequeña sonrisa se asomaba más fue borrada totalmente al oírlo-
—Te necesito tanto, bonito... estoy totalmente estresado y más por la estúpida boda con...
No lo dejo terminar y simplemente colgó, no quería oír más simplemente su corazón se hallaba golpeado.
"No te quiero ver más Jeon Jungkook, ten un buen matrimonio."
Fue el último mensaje que le mando al castaño antes de tirar su celular sobre su cama antes de derrumbarse soltando un gran grito de dolor y frustración, su rubio amigo intento ayudarlo más fue echado a suplicas y llanto. El pálido no quería que lo vieran así de lastimado, simplemente no lo soportaba.
Y el rubio se marchó pues lo entendía, además vivía al lado y podría regresar a chequear que este bien.
Desde que tiro el celular este no dejo de sonar incesantemente en busca de ser contestado y luego de media hora esto no paro más fue acompañado del golpeteo de la puerta, en su momento fue abrirla más se detuvo y cayó frente a esta al oír quien se hallaba afuera.
—Yoongi, por favor ábreme! -los golpes hacia la puerta fueron aumentando con agresividad y desesperación- Bonito por favor ábreme! -el pálido se sintió algo asustado pues sentía que su puerta caería en cualquier momento- necesitamos hablar
El pálido se quedó con la mirada perdida ¿que ganaba con buscarlo? él no lo amaba, el prefería casarse con aquella mujer que, con él, solo lo estuvo engañando...
Dio un brinco a causa del susto al ver su puerta abrirse, estuvo tan perdido que no logro darse cuenta hasta ese momento de cuando esta fue abierta por su amigo. Y fue menos consiente de cuando los brazos del castaño lo rodearon con desespero, más su tacto parecía quemarle simplemente le dolía.
—Yoon, escúchame no es como te lo imaginas -sin importar ello el pálido lo empujo para así apartarse mientras veía a su amigo, confundido del porqué de su actuar-
—Necesitas ponerle un fin a esto, Yoon... -soltó con algo de pena, mientras se mantenía cerca del castaño por si necesitaba sacarlo a la fuerza-
—Entiendo, Nam -sonrío levemente hacia el rubio antes de fijar su vista al castaño- ¿Te vas a casar? y dime la maldita verdad...-pregunto fuertemente intentando no derrumbarse frente a él-
—Es verdad, pero te juro que... -se vio interrumpido por un golpe en su cara por parte del pálido-
—Solo fui un juguete para ti... Solo fui el tonto juguete que te creyó, tu no me amas y jamás lo harás... -se colocó de pie mientras sentía sus hipidos volver aparecer- Lárgate.. no te quiero ver más, solo vete y se feliz en tu estúpida boda.
Sin poder decir más el castaño fue echado por el rubio, no sin antes mencionar que regresaría.
"solo soy un juguete desechable..."
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