Capítulo 11

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Me dirigí hacia la cocina y él estaba ahí esperándome ya vestido para el instituto.

-Buenos días Elie, de beber no te hice nada por que no sabia si tomabas café u otra cosa. Yo me hice zumo de naranja, y ha sobrado por si quieres.

-Muchas gracias Matteo y buenos días-dije sonriéndole-

Cuando termine de desayunar me fui a mi habitación a vestirme, me lave los dientes, cogí mi mochila y me fui. Cuando bajaba la escalera me hablo Matteo.

- ¿Oye Elie, tú sabes donde hay para alquilar coches aquí?

-sí, claro- esta a 4 calles de mi casa, vamos si quieres al salir del instituto.

-Vale sin problema, muchas gracias- me abrazó-.

De camino al instituto seguía pensando en el abrazo que me dio, era cálido, cómodo, era perfecto. El seguía contándome su vida por el camino, que solía hacer los fines de semana, sus rutinas, y empezamos a hablar sobre él, era detallista, cariñoso, coleguita y muy cercano.

Llegamos al instituto y entre clase y clase empezamos a arrimarnos un poco hasta que en un intercambio nos vio Nathan nos vio darnos un pequeño abrazo.

-Me alegro un montón que hayas aprobado el examen de literatura Elie. -me dijo abrazándome-

Miré hacia mi derecha y vi que Nathan estaba acercándose a nosotros, cegado por los celos. Pero sin embargo Nathan paso de largo y le echo una mirada desafiante a Matteo.

Y paso Agatha, la chica mas popular del instituto y ex novia de Nathan.

-Chicos hay una fiesta este viernes en mi casa, estáis todos invitados, habrá barra libre. No faltéis.

Me miro Matteo.

- ¿Te apetece ir, Elie?

-Vamos los dos? -dije con ilusión y el acepto asintiendo con la cabeza.

Pasaron horas y horas en el instituto y Matteo y yo nos íbamos a acercar al alquiler de coches que hablamos esta mañana, el alquilo un Mercedes E220D en color negro con la tapicería también negra, entonces decidimos que no queríamos hacer comida para hoy, salimos por ahí a comer, después de comer fuimos a una heladería, él se pilló un helado de pistacho y turrón y yo de chocolate blanco y kínder bueno.

Luego mas tarde del helado le dije que hiciésemos una mini ruta por Salónica para enseñarle lo principal, y tras enseñarle la "Torre Blanca de Tesalónica" fuimos a mi mirador favorito aparó el coche mirando al mar y nos apoyamos en el capó.

Hablamos de un poco de el, sobre lo que quería hacer después de terminar bachillerato, si iba a ir a la universidad o no.

Tras unos minutos de silencio, el rozo mi mano sin querer y la aparto rápidamente, sin embargo, yo cogí su mano y la enrede con la mía, nos miramos unos instantes, él se puso delante de mí y me pregunto.

-Puedo? - y asentí con la cabeza.

Tras ese beso lo entendí todo, era un plan perfecto...

Cambio de planesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora