Masajista profesional

¡Todo por mi espalda!

Decepción, estafa, engaño publicitario, es lo que es esa maldita casa de masajes.

No pago ni un maldito yen y aun asi siente que le deben un reembolso, su espalda la tenia bien a comparacion de como quedo.

Todo comenzo cuando llego a la casa de masajes, se aserco con la recepcionista mostrando su boleto.

La hermosa mujer con cabello ebano y ojos verdes sonrio y llamo a otra mujer de buen cuerpo, en verdad parecia que todas las mujeres tenian su encanto.

Lo guiaron a una habitación privada, donde le pidieron que por favor se desvistiera y pusiera sus cosas junto a las tuallas que tenia que ponerse.

Las mujeres se fueron para darle su privacidad.

Escucho la puerta ser tocada, para seguido escuchar a una chica preguntar si podia pasar.

Respondio con una afirmativa, la muchacha le dio un té y boacadillos que eran de cortesia, mientras esperará a la masajista.

Salio despues de entregar las cosas.

Probo el té y un sabor demasiado amargo inundo su paladar, cuando probro los bocadillos no tenian sabor.

Espero en esa habitación más de media hora, cuando la masajista llego (que admite era muy sexy) , le pidio que se acostara para iniciar con el masaje.

No sabe si su problema era muy grave o solo estaba improvisando.

La masajista le sobo la espalda con las manos, le piso la espalda con sus pies y lo quemo con unas piedras.

Cuando termino ni siquiera le pregunto si sentia bien solo le dijeron gracias por su prefencia y le dio cinco minutos para retirarse del cuarto.

Salio insatisfecho de la habitación cuando vio un buzón de quejas serca de la salida, se aserco para intentar anotar algo, pero vio como la de limpieza saco las cartas para tirarlas a la basura.

El lugar no lo valia, a si que salio por las calles con un dolor que no aguantaba, maldecia que hubieran tantas subidas en la ciudad, doblo en una esquina para entrar a un cajellon.

-¡Cuidado! - solo escucho ese grito, sintió un peso en cima y cayo rendido, cerrando los ojos.

Desperto de lo que tal vez fueron horas, no tenia camisa y estaba acostado boca abajo en una cama, no estaba amarrado a si que no es un secuestro.

Se levanto de la cama, se sentia muy tranquilo ya no le dolia tanto la espalda era un alivio, aunque aun seguia la tención.

Se aserco a la puerta abriendola lentamente, no avia nadie en el pasillo, dio unos cuantos pasos hasta quedar serca de la puerta que estaba a un lado del cuarto de donde él estaba, y por fin escucho algo.

-¿ahi te gusta?-
-haa~ si más fuerte por favor♡-

Bien el no jusga, claramente esos son dos hombres, pero por favor tantita decencia hay un extraño en la casa.

-podrias no hacer tanto ruido-
-Tu, solo has tu trabajo-

- Es lo que me gustaria, pero en vez de eso, estoy aqui masajeandote la espalda-

Bien talvez él era mal pensado, se asomo por la puerta para ver a un rubio masajeando a un chico pelirrojo.

- pero eres el mejor masajista de la ciudad, deverias tener tu propio salon de masajes-

-me gusta mi trabajo- lo dijo mientra seguia con el masaje.

- vamos, expande la tienda de té y da masajes-

- nop-

- Estas dejando pasar una gran inversión a futuro, ese puesto de masajes que esta de moda solo es una trampa para turistas y tú lo sabes, porque la gente de la ciudad sigue viniendo a ti, suplicando por masajes-

-No puedo expandir el negocio, no tengo presupuesto para eso- termino con su masaje para asercale galletas y té al pelirrojo -todavia estoy pagando la deuda-

Sinishiro vio como el sujeto chillaba de placer al tomar del té y comer de las galletas.

Tenia hambre en verdad, no sabe, cuando fue la ultima hora en la que comio.

Vio como el rubio se asercaba a la puerta con un plato que tenia galletas y té, se detuvo un momento para ver al pelirrojo.

- Akkun, ire a ver como esta el sujeto que atropellaste-

Akkun- fue un accidente takemichi, trate de advertirle pero fue él unico de toda la gente que no esquivo el carrito de mandados-

Takemichi- "El mejor peluquero de la ciudad atropella a turista", es lo unico que escucho si lo hubieras dejado más tiempo tirado, agredecele a makoto que te ayudo a traerlo, si no la prensa te estaria comiendo justo ahora.- giro para salir de la habitación

Mientras, sinishiro regreso a dónde había despertado para acostarse boca abajo.

Akkun- grita si despierta e intenta algo raro-dijo mientras comia de las galletas de su amigo.

Takemichi entro al cuarto del pelinegro, parecia más tranquilo que cuando llego.

No queria invadir el espacio personal de aquel pelinegro pero en cuanto se aserco a makoto para ayudarlo a subir las escaleras con él chico, noto la tención de su cuerpo.

Es por eso que le dio un pequeño masaje mientras dormia.

Dejo las cosas en la pequeña mesa que esta de lado de la cama y se aserco más al chico.

Todavia notaba su espalda con tención, por su cuerpo trabajado diria que podria ser un luchador, eso explicaria el porque de tanta energía acumulada en su espalda.

Con cuidado empezo a masajear la espalda del pelinegro, dando en los lugares que parecian tener más acumulado la energía.

Mientras sinishiro, estaba en el cielo, tratando de mantenerce callado, si eso era un masaje no como ese de la casa popular.

¿Cuanto costaría contratarlo para que fuera su masajista personal?

Podia sentir como las suaves y habiles manos de ese chico recorrian su espalda por completo, amasando su piel a su antojo y haciendolo suspirar de tranquilidad.

Pero sintio como el chico alejaba sus manos.

No, no lo permitira, necesita un masaje completo de ese chico, cueste lo que le cueste.

Tomo la mano que se alejaba y tiro del chico callendo encima de él, le dio la vuelta para dejarlo encima de la cama y el arriba, el rubio le intento dar una patada por reflejo, pero el atrapo su pierna.

-Cumplire con todos tus deseos, pero a cambio tu te entregaras a mí- lo dijo, mientras tenia la pierna del chico levantada y él en medio de ellas, para rematar aun tenia la mano con la de aquel chico, a si que estaba muy serca de su rostro.

Takemichi no podia mover su mano, ni su pierna, aquel chico tenia demasiada fuerza, no puede caer ante un chico sexy, él fue obligado a ser un boto de castidad y castigaban a quien no lo cumplia, eran tan estrictos que incluso tenia prohibido la masturbación, por eso recurrio a una medida desesperada.

Takemichi- ¡Akkun, esta haciendo algo raro!¡Akkun!- gritarle a su amigo.