Adicto a ti (Sanzu y tú)

VII

"Por favor, quédate "

"Ya no hay nada entre nosotros, nunca lo hubo"

"Lo prometiste..."

Al terminar aquella junta te ofreciste a mostrarle todo a tu familiar, pues uno de los acuerdos era que tenía que quedarse un tiempo para poder saber si era de fiar o no.
Ahora estaban en tu habitación hablando de cosas no tan importantes.

— escuché lo que pasó con mi tía— habló tu primo de pronto

— todo pasó ayer. Unos hijos de perra nos traicionaron y fueron detrás de mi familia

— y fuiste tras ellos, ¿no es así?— asentiste— has soportado mucho en este tiempo, ¿no?

— más de lo que te imaginas

Él sólo te abrazó a lo que correspondiste, pero esta vez no lloraste. Ya lo habías hecho y no querías parecer débil frente al chico.

Después de eso fueron a la sala en donde vieron a los Haitani y Sanzu platicando.

— que bueno que llegaron. TN, tenemos otra misión— habló Ran levantándose

Te despediste de tu primo y fuiste con los demás.

Al regresar, todos los estaban esperando en la sala y antes de que te sentaras, alguien te tapó los ojos.

Instintivamente lo agarraste de la mano y le diste una vuelta en el aire y apuntarle con un arma.

— ¿Cris?

— hola— dijo nervioso— cuanto tiempo

— estaba a punto de matarte y sólo dices eso— lo regañaste— eres un idiota

El chico se levantó y te abrazó, a lo que tú correspondiste.
Fuiste a sentarte mientras él se quedaba parado al lado de Santiago, tu primo.

Empezaron con la junta en donde no decían nada de suma importancia, así que no pusiste tanta atención.
El chico y tú empezaron a hacerse señas, cosa que no pasó desapercibido por tu compañero pelirosa quien tenía una mirada de recelo.

Al término de aquella plática Mikey, junto a Mochi y Kakucho se fueron. El primero a poder dormir y los dos últimos a ver la mercancía.

— veo que están muy juntitos, ¿Acaso están saliendo?— se burló Ran

— no, idiota— respondiste

— pero cuando eras pequeña eso es lo que querías— se unió Santiago a la burla

— eso ya tiene mucho

— ¿te gustaba él?— preguntó Sanzu intentando ocultar su enojo

— claro. Él fue mi primer amor— sonreíste— pero me dijo que no quería salir lastimado por miedo a mi primo y mi hermano, así que lo dejamos como una amistad

— ¿Celoso, Sanzu?— sonrió Rindo

— ¿Por ellos? Jamás— se cruzó de brazos— prefiero besar una bolsa de basura que estar con ella

Todo quedó en silencio después de eso.
Los que se encontraban ahí voltearon a verte por si decías algo, pero sólo veías a un punto fijo con una mirada seria.

El Akaashi se maldijo al repasar lo que había dicho. Es decir, acepta que sigue enamorado de ti, pero su estúpida mente juega en su contra y hace que diga cosas sin pensar. Incluso si llega a herirte.

— oye, Sanzu— el nombrado volteó a ver a tu familiar— no quiero problemas con los subordinados de Mikey, así que te pido que cierres tu boca si sólo vas a insultar a TN, ¿entendido?

— como sea— dijo indiferente aunque por dentro le estaba pidiendo perdón

— bien, creo que ya voy a dormir— te levantaste del sillón— bonita noche

— bonita tú— dijo Ran coqueto a lo que le mostraste el dedo de en medio y él guiñó su ojo— descansa, bombón

— jódete— reíste y saliste de la sala para poder ir a descansar.