¿Qué piensas encontrar aquí?, lo que pone el título.
-Historia 100% mía.
-Copias o adaptaciones no permitidas.
-Créditos a los creadores de Genshin Impact por los personajes. También créditos a los creadores de las imágenes que recorto y coloco en l...
Leer bajo su propia responsabilidad, no me hago responsable de la reacción del lector. Si la susceptibilidad del lector es alterada por este contenido no me hago responsable.
Advertencias: +18, NSFW, smut.
Todos los personajes mencionados son mayores de edad.
•
•
•
Si a ambas les gustas
Amber y Eula
Notas: !fem reader
Valor
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aunque tu turno en la tienda de animales termina en 10 minutos, la morena ya estaba en la puerta. Le gusta mirar cómo cuidas a las mascotas. Pero no es lo único que se imagina. Una escena se crea en su cabeza en la que tú salías del trabajo y ella te estaría esperando en el banco de enfrente, con una sonrisita pintada en su rostro. Avanzarías hacia ella y recorrerías su mentón con tu dedo índice antes de besarla. Amber te lo devolvería con pasión, aún con el gesto en su boca.
En eso pasó el tiempo restante antes de que te despidieras de tu compañero. Infantilmente, le saca la lengua mientras tú ojeas los alrededores en su busca. Deja la expresión de lado por una sonrisa de oreja a oreja al cruzar miradas contigo.
—¡Hola, _____! ¿Cómo te fue? —pregunta con su tono animado común.
—Pues muy bien, la verdad. Le encontramos a Jeff a alguien por fin. —te paras frente a ella, amigable— Es un cuarentón un poco barbudo y rudo, pero en el fondo es una buena y cariñosa persona
—¿Sí? Me alegro por Jeff —recuerda cuántas veces le hablaste sobre el perrito, pero no recuerda demasiado pues se quedaba perdida en tu mirada.
—Bueno, —echas a andar— vayamos ya al Buen Cazador, que seguro que Eula ya no está esperando
Ella comienza a seguirte, preguntándose por qué ella tenía que quedar con vosotras hoy, después del buen rato que fue soñar despierta contigo y ella juntas. Pero es lo que tocaba. Sois amigas, solo amigas. Y habéis quedado.
—Buenas Eula, ¿qué tal estos días? Hace mucho que no quedamos —saludas al llegar.
—Buenas —acompaña la de traje rojo, sentándose después de tí.
"Sin tí no fueron nada entretenidos"
Piensa, pero contesta algo completamente diferente.
—Bien, han ido bien
—Me alegro —le sonríes.
—Si salías ahora podías haberme avisado que iba a buscarte —suelta de la nada la peliazul.
Tú ibas a contestar, pero la otra se te adelantó.
—No pasa nada, ya estuve yo —sonríe.
—Hey, que no hace falta que vengáis a recogerme, ya no estoy en el colegio —ríes, no dándole demasiada importancia, pues llevaban un tiempo comportándose así delante tuyo.
—Bueno, eres la última en salir —comenta Eula, apartando su mirada retadora de Amber.
—Eso es un hecho. Y que te voy a seguir yendo a buscar también lo es —dice orgullosa levantando el mentón la de rojo— jmjm
Te ríes y la noche continúa entre comida, bebida y la animada conversación entre tres amigas en Mondstradt. Luego, os dirigísteis a la taberna de Diluc para continuar con vuestra quedada tardía.
Tú sabes de sobra que eres la más sensata de las tres, así que te tomas la molestia de controlar a Eula, la que necesita una mano para parar y quedándote sin tomar unas cuantas copas.
Aunque no todo es tan malo, ya que puedes reírte y recordar todo lo que le hace el alcohol a tus mejores amigas.
Amber, en un punto de la noche cercano a las cuatro de la mañana, comienza a dejar de lado los ataques de risa y de soltar datos random y a pasar a agarrársete del brazo.
—____~
No le diste demasiada importancia, ya que estaba algo ida y necesitaba echarse un rato. La llevaste a casa y cuando se te pegaba demasiado, Eula se encargaba de separarla un poco. No le diste demasiadas vueltas a su comportamiento ni a su sonrojo porque también había bebido sus copas.
Al día siguiente, Amber te vuelve a esperar a la salida.
—¿Y tú por aquí? —le preguntas mientras sigues caminando, invitándola a pasear un rato.
—Bueno... Es sobre lo de anoche, ¿sabes? Creo que me pasé un poco —la escuchas algo decaída, pero tampoco sabes a qué se refiere, así que suspiras, metiéndote las manos en los bolsillos de tu pantalón.
—Unas copas de más te tomaste, sí. Pero nada del otro mundo —recuerdas su linda imagen, borracha como una cuba, sonrojada hasta límites insospechados, cruzándose de brazos con la cabeza medio enterrada en ellos.
—No es sobre eso... Bueno, sí, algo tiene que ver —admite, algo nerviosa, jugando con sus dedos.
—¿A qué te refieres, entonces? —preguntaste confundida, parándote y girándote hacia ella.
A lo lejos, una peliazul rodea una esquina, pensando que fue una cagada llegar tarde, apareciendo una expresión afligida en su rostro.
Se toma unos segundos para tomar el valor, frunciendo el ceño con un sonrojo mirando hacia abajo—A esto —te agarra de la camiseta, haciendo que tu espalda se doble un poco, agachándote para que ella llegase a tus labios. Y te besa. Es suave, pero a la vez pasional y lento. Disfrutándolo, apoya su mano en tu cabeza, acariciando los alrededores de tu oreja.
Al ver que no reaccionas, se separa, sin soltarte, apoyando su cabeza en tu pecho.
Eula vio todo y realmente tiene la fuerza de ir hacia vosotras, pero simplemente decide no hacerlo. No se siente suficiente ya que nunca tuvo el valor de ir y decirte sus sentimientos hacia tí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
