Capítulo 22

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Cuando llegamos a la casa hogar, Margaret se desprende de mi agarre para correr en dirección a Christine, quien nos espera en la entrada

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Cuando llegamos a la casa hogar, Margaret se desprende de mi agarre para correr en dirección a Christine, quien nos espera en la entrada. Sonrío con la pequeña escena y luego me concentro en no perder el equilibrio mientras camino por el camino de grava, normalmente es fácil, incluso con tacones, pero con algunas cajas y bolsas que sostengo se me dificulta el paso.

Logro llegar hasta ellas con Jane a mi lado, quien más desocupada que yo, saluda primero a Sadie y cuando Chris se pone de pie con Maggie en brazos también la saluda.

—Hola chicas—responde la matriarca de la casa con una sonrisa, y le devuelvo el gesto.

—Hola Chris, hola Sad —saludo a ambas con un asentimiento de cabeza, casi inmovilizada por los bultos.

Mi mejor amiga se percata de ello y me quita algunas bolsas, liberando una de mis manos por completo.

Chris baja a Margaret de sus brazos y toma una de las cajas, Sadie toma un par y una de las pequeñas se las doy a la niña que al ver que todo el mundo tiene algo en las manos alza sus bracitos pidiendo también ayudar.

—Ven princesa, vamos a poner esto dentro —Sad llama a Maggie y tras tomar la caja que sostiene Chris se marchan al interior de la casa seguida por Jane.

— ¿Cómo estás? —es Chris quien rompe el pequeño instante de silencio y girando para quedar frente a ella, respondo.

—Estupendo Chris, de verdad ¿y tú? —pregunto, pero puedo ver en su mirada que su respuesta no será muy positiva, por lo que lejos de responder esa pregunta me da un ligero gesto de asentimiento y una sonrisa pequeña que no llega a sus ojos. Luego cambia el tema.

—¿Y cómo pasó la noche Maggie? Es la primera vez que no duerme aquí —señala, tensando las cejas con preocupación y toco su hombro con suavidad en un intento de apaciguar el sentimiento.

—Tranquila, llegamos y luego de contarle una historia calló rendida hasta temprano en la mañana —la mujer suspira con alivio al escucharme decir eso —Aunque al despertar sí sucedió algo extraño —añado, haciendo que frunza el ceño y antes de que pregunte lo obvio sigo hablando —Estaba en la cocina preparando el desayuno cuando Maggie se despertó llorando, cuando le pregunté dijo que ella hacia lo mismo.

¿Ella? me observa extrañada ante esa mención, y asiento —Margaret nunca ha hablado de su madre.

—Justo eso pensé, me pareció raro, debemos hablar con la psicóloga.

—Sí, me encargaré de ello mañana temprano. ¿Ya tienes los papeles listos?

—El viernes —marco, ese día es la fiesta de Alexandre y donde, según él, podré firmar los papeles.

—Bien, en cuanto los tengas llámame para hablar con mis contactos del servicio social, también debo firmar algunas cosas —comienza a explicarme algunas cosas que debo saber y aunque estoy bastante empapada en el tema tras investigar cuando la idea surgió, dejo que Chris exponga, nunca está de más una mano de experiencia.

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