Romance Inoportuno

Capítulo Cuatro

—Se mi novia.

—¿Qué?

—Te harás pasar por mí pareja, a cambio te pagaré, será un trabajo extra.

—No quiero.

—Pagarás todas tus deudas.

Sonó tentador pero soy consciente que también puede ser peligroso. Los ricachones tienen vidas complejas y cientos de enemigos.

—¿Para qué quieres que actúe como tu pareja?

—Quiero deshacerme de Zero.

—Problema tuyo no mío.

—Al menos hazlo por el dinero que recibirás.

Lo medité.

Es incorrecto pero mi situación me orilla a aceptar, no quiero morir por culpa de deudas ajenas.

—Acepto.

—Bien, en dos días se llevará a cabo una cena en la empresa, busca un lindo vestido.

—¿Y el dinero?

—Lo depositaré en tu cuenta.

Sin decir más se retiró.

Es una gran oferta, tendré que ver las cosas que me depara este contrato, admito que nunca he tenido pareja y no sé cómo funcionan esas cosas pero sólo hay una manera de adquirir un poco de experiencia.

Series románticas.

Ansiosa escogí las más populares, sé perfectamente que no se compara con la realidad pero nuestra relación no es algo verdadero.

Me desvelé toda la noche pero no me arrepiento.
Saldría de compras con Suri, merecemos un respiro de nuestros trabajos. Visitamos diferentes tiendas pero nada era de mi gusto, las prendas eran simples o de tela muy barata.

—Ya elije, me duelen los pies de tanto caminar.

—Tú decidiste venir así que no te quejes.

—¡Irasue! —protestó.

—No nos iremos hasta que consiga un vestido.

Deambulando por varios pasillos encontramos un vestido púrpura con la espalda abierta y ajustado a las caderas, miré a Suri que mostró una sonrisa de aprobación.

Es el elegido para esa fiesta.

Casi me desmayo al ver el precio tan elevado pero todo vale la pena si se trata de impresionar, estuve años viviendo en lujos que me he acostumbrado a vivir en el ojo de la tormenta.

—Entonces, son pareja.

—Sí —dije de mala gana.

—Y te dará dinero.

—¡Qué si!

—Vamos no te alteres, tan joven y renegona.

Volteé los ojos.

—No sé cómo manejar las cosas.

—¿A qué te refieres?

—Eso de tener pareja, evité tenerla hasta este punto de mi vida porque nadie es digno de estar conmigo.

—Vale, sí que eres narcisista.

—No, cómo crees.

Torció los labios y sacó su teléfono empezando a buscar algo.

—Inu no Taisho, dueño de la empresa más importante y reconocida a nivel nacional e internacional gana al año exorbitantes sumas de dinero —me acerqué y vi que leía un sitio web—. Tuvo un largo romance con Zero, hija de un multimillonario quién es socio de la empresa Taisho, hicieron público su compromiso alegrando a los fanáticos de ambas celebridades, se rumoreaba que Zero estaba embarazada pero esto nunca fue confirmado.

—Espera, no necesito saber sobre su vida.

—Es necesario —se aclaró la garganta y continuó—. Por motivos extraños Inu no Taisho decidió romper su compromiso dejando a la mujer desconsolada, para todas las mujeres solteras es una oportunidad única para atraparlo cual pez en una red.

—Enserio, los sitios web exageran las cosas.

—Mira, Irasue, ahora mismo tienes una oportunidad única, pon de tú parte y no arruines su reputación.

—¿Y qué hay de la mía?

—Seré franca, ni reputación tienes.

—Auch, lastimaste mis sentimientos —fingí estar dolida.

—Tú padre terminó en banca rota, literalmente tu apellido es insignificante al igual que el mío, me preocupa que alguien pueda indagar en tu pasado y traer de vuelta las cosas que dejaste atrás.

A pesar de trabajar poco tiempo en el club tuve la confianza suficiente para contarle mi vida a detalle.

—Lo único que me dejaron mis padres son deudas —tomé mis cosas—. Y un contrato que involucra mi vida.

—Quizá él pueda ayudarte, digo, es multimillonario y tiene mucho poder.

—De mis problemas me encargo yo, sólo yo —recalqué.

De adolescente era muy inmadura y habría ido por el camino fácil evitando hacerme cargo de mis responsabilidades pero, ya no tengo dieciséis años, soy adulta y está es mi realidad.

Realidad que aún me cuesta vivir.

Si continuó trabajando quizá algún día pueda tener la vida que me fue arrebatada, nací para estar en la alta sociedad pero me quitaron miles de oportunidades.

El día llegó, me miré en el espejo de mano revisando que ningún cabello escape de mi coleta. El taxi se marchó y entré, hace tiempo que no asistía a reuniones con gente tan importante.

Y pensar que alguna vez fui cómo ellos.

Toga ofreció su brazo, lo sujeté para luego entrar, todos vestían con joyas evaluadas en miles de dólares, su excesivo brillo dañará mis ojos.

Suspiré nerviosa pero mantuve mí sonrisa arrogante en todo momento, bailando en la pista bajo la atenta mirada de la gente y de los fotógrafos me sentí extraña.

—¿Nerviosa?

—Para nada, no es la primera vez que debuto ante la alta sociedad.

—Te ves hermosa.

—Error, siempre estoy hermosa —corregí, de una forma tierna sonrió e hizo que gire para luego apegarme a él y continuar con la canción.

—Aún no me cuentas tú historia.

—Es irrelevante.

—Si actuarás cómo mí pareja debo saber todo de ti.

—Mi padre tenía una empresa pero al tiempo quebró, se prestó dinero para tratar de salvarla, obviamente, no funcionó y él... —incómoda guardé silencio.

—Tranquila, cuando estés lista hablamos.

—Debe ser una broma, Toga, entre tantas mujeres tuviste que escoger a la mesera —comentó con repudio Zero.

Vamos Irasue, no pierdas el control, no eres el tipo de persona que se rebaja al nivel de esa maldita.

—Incluso tú comportamiento es horrendo en una celebración.

—Eso no decías cuando estábamos juntos.

Noté que las personas comenzaron a mirarnos, es inevitable, a todos nos gusta el chisme.

Lo sujeté de la corbata y obligué a inclinarse hasta besarme, en cuanto sus manos tomaron mí cintura decidí cortar todo tacto, de reojo miré a Zero que quedó estupefacta.

—Incluso está mesera es mejor que tú.

Gracias a todas las personas que constantemente comentan y dan una estrella, estoy pendiente de ustedes y me alegra que en cada proyecto tenga apoyo.

Nos vemos muy pronto. Cuidense!!!