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Takemichi aún no podía creer lo que estaba pasando, pero cuando su cerebro logro procesar la situación no pudo evitar llorar, escucho unos pasos llegar rápido hasta su lugar y a alguien abrir la puerta de su cuarto de forma rápida, ahí, frente a él se encontraba su madre, la misma que fue obligada a dejarlo una vez que se presentó como omega.

—Mi niño, ¿Por qué lloras?

La mujer se arrodilló frente a su único hijo y lo abrazo con fuerza, era una beta, una joven beta que contrajo matrimonio con un omega el cual fue asesinado hace algunos años atrás, y Takemichi lloro, lloro por ver a su madre, lloro por su nueva oportunidad y lloro por la muerte de Draken.

Tenía una nueva oportunidad y no la iba a desperdiciar.
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A la mañana siguiente Takemichi se levantó apenas sintió los rayos del sol acariciar su cara, sus ojos se encontraban hinchados y rojos por culpa del llanto así que fue directamente al baño para lavarse, luego de eso bajo las escaleras siendo guiado por el delicioso olor de comida, apenas llegó a la cocina corrió y abrazo a la figura femenina que se encontraba cocinando, aún no podía creer que tenía la oportunidad de ver a su querida madre otra vez.

—Mami

La mujer apagó la estufa y rápidamente miro a su hijo con una sonrisa cálida.

—Mi amor, ¿Qué ocurre?

Preguntó de forma cálida, logrando estremecer al pequeño Takemichi el cual hizo todo lo que estuvo a su alcance para no llorar, volver a escuchar la voz de su madre luego de, de aquella tragedia, de repente sus ojos se iluminaron podía salvar a su madre de su muerte, podía hacerlo y así poder conocer a quien le ayudo durante todos sus años de adolescencia y parte de su adultez, su tío, aquel hombre de cabello rubio y ojos cafés que vivía en Canadá y que no podía salir del país debido a los problemas de ley que su esposa tenía, bueno, parece que enamorarse de ex delincuentes es parte de familia, solo digo.

—Yo...¿Puedo conocer a mi tío?

La mujer de ojos azules y cabello café abrió su boca con sorpresa, pues nunca le hablo a su hijo de su hermano, puesto que no quería que su hijo supiera que alguien de la familia estaba saliendo con una delincuente que aún se encontraba cumpliendo condena, como si ella no se hubiera enamorado de un Omega ex pandillero, si era un poquito hipócrita de su parte y muchas veces se avergonzó y hasta le pidió disculpas a su hermano de rodillas, digo, ella esperaba que su bebé creciera un poco más para poder presentarlo con su familia.

—¿Cómo? ¿Cómo sabes de él?

Preguntó, pues nunca le había contado a su hijo sobre su hermano, el pequeño Takemichi la miro con una sonrisa.

—Escuche que mamá hablaba sobre un hermano que vivía en Canadá con su amiga

Respondió de manera inocente, bueno no estaba mintiendo del todo, su madre lo miro sorprendida.

—Mi amor, sabes que te amo, pero escuchar conversaciones ajenas es de muy mala educación promete que ya no lo harás ¿Si?

Takemichi sonrió.

—Solo si prometes traer a mi tío para navidad

La mujer sonrió y asintió, ambos unieron sus dedos meñiques como señal de promesa.

—Bien, ahora ve a cambiarte que debemos irnos a tu escuela

Takemichi asintió y salió corriendo directo a su habitación, luego de cambiarse y de desayunar, él junto a su madre salieron de su hogar para ir a la escuela, en el camino bromeaban entre ellos hasta que Takemichi recordó a su amigo de la infancia.

—Mami

Llamo la atención de la mujer mayor la cual se encontraba comprando unos helados para ambos.

—Si?
—Podemos ir a visitar a Kaku-chan

La mujer negó de forma suave ya que no sabía dónde se encontraba el menor.

—Amor, sabes que si supiera donde se encuentra Ka

Su oración fue interrumpida por su hijo, el cual la miro con determinación.

—Esta en el orfanato, incluso podemos adoptarlo, no me importaría que Kaku-chan fuera mi hermano, eso sería un sueño echo realidad!!

La mujer miro un rato a su hijo, sabía que Kakucho perdió a sus padres y fue enviado a un orfanato, no sabía dónde pero ahora que su hijo aseguraba que sabía no dudaría en ir y tratar de conseguir la custodia del menor, pues lo quería como si fuera su hijo también y con un poquito de ayuda de sus hermanos seguro que se quedaba con la custodia.

—Tú solo dame la dirección del orfanato y yo me encargo del resto, ¿Si?

Takemichi asintió, esta vez no dejaría a Kakucho solo, y se aseguraría que Shinichiro adoptará a Izana de una vez por todas, después de aquello ambos llegaron a la escuela y la madre de Takemichi se despidió de él con un beso en la frente.

El pelinegro estaba por entrar a su aula para poder organizar sus ideas y buscar una forma de salvar a sus seres queridos cuando alguien lo cargo y se lo llevo, claro que pataleo y trato de gritar por ayuda pero no pudo hacerlo ya que una mano le tapo la boca, y fue así como Takemichi Hanagaki fue secuestrado por un alfa desconocido.

Amor, ¿No correspondido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora