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Naoto se preguntaba que hacía en ese momento aquel hombre sentado en la sala de la casa de su amigo hablando con la madre de este, ¿En que momento las cosas se salieron de control de aquella forma?
Digo, en ese preciso instante Kazutora y Baji seguramente ya estaban saliendo de aquel taller junto con la moto, no es importante ya que el dinero perdido no es suyo, misión de salvar al chico malo con las citas cumplida, fallo de la misión, serían castigados por salir en la noche sin la supervisión de un adulto.

—Ya entiendo, por favor disculpe a mis niños por molestarlo, no se como es que salieron sin que me diera cuenta

Dijo la señora Hanagaki haciendo una reverencia frente al chico, quien se sonrojo un poco.
Por otro lado Naoto recordó como habían hecho una cuerda improvisada con las cobijas para bajar de la habitación del viajero del tiempo hasta el patio y luego salir. 

—No se preocupe señora, pero si debería advertirles de lo peligroso que es salir a estás horas

Takemichi se mantenía callado, y no por vergüenza, si no que gracias a Shinichiro ahora su visita al orfanato se movería al fin de semana de la otra semana, y no, no pensaba quedarse de brazos cruzados sabiendo lo que su amigo seguramente estaba pasando, así que se vengaría del mayor de los Sano de forma suave, se acercó a su madre y jalo de su vestido, el cual era un poquito revelador, pero vamos era su vestido de dormir y Takemichi ya estaba acostumbrado a verla así, de echo su madre tenia un buen cuerpo, con su trasero en forma de corazón grande y sus pechos que no eran de un tamaño exagerado pero que le daban un toque además de su hermosa cintura, si, Takemichi estaba seguro de haber heredado el buen cuerpo de su madre, su padre en cambio era un poco musculoso, por no decir que nadie pensaba que este era un omega por su cuerpo que parecía  el de un alfa.

—Nosotros solo queríamos conocer a la gran leyenda que es Shinichiro Sano

El Sano se interesó por aquello y se agacho a la altura del menor.

—¿Yo una leyenda?

Pregunto con una sonrisa, mientras la madre de Takemichi miraba a su hijo con curiosidad.

—¿Qué has escuchado de mi persona pequeño?

Takemichi sonrió con inocencia, nada como darle en un punto doloroso.

—Es que me pareció increíble la cantidad de rechazos tan seguidos que tiene, yo nunca creía llegar a conocer a una persona con tan mala suerte en el amor, su número de rechazos en toda una leyenda Sano-san

Bueno, eso tuvo que doler, la Señora Hanagaki tapo su boca con sorpresa mientras Naoto se echaba a reír, y Shinichiro, bueno el se deprimió, ¿En serio solo era conocido por eso?

—Takemichi eso no se dice

Le regaño de forma suave su madre, pero vamos, él estaba más concentrado en disfrutar de la cara llena de dolor del más alto.

—Lo siendo mucho por eso señor Sano, él no suele comportarse de esa manera, por favor permítame recompensarle

Le dijo la señora Hanagaki con nervios, a lo cual Shinichiro solo nego de forma suave.

—No se preocupe, solo me sorprendió el echo de que mis rechazos fueran lo que me convirtió en una leyenda, yo ya me retiro
—Le acompaño

Ambos adultos salieron de la sala y fueron hasta la salida.

—Señor Sano, por favor disculpe mi atrevimiento, pero solo diré que usted parece ser una buena persona, estoy segura que en algún momento encontrara a alguien que lo ame y no lo rechace, no pierda las esperanzas

El Sano se sonrojo por lo dicho, así que solo trato de ocultar su rostro.

—Muchas gracias Hanagaki-san, nos vemos, fue un placer conocerla
—Igualmente señor Sano

Ambos se despidieron y la mujer regreso al interior de su hogar, viendo como los menores se separaban casi de inmediato, al parecer se encontraban conversando.

—Niños, no debieron haber echo eso, si deseaban salir solo debieron decirme, no escapar, Naoto no le diré nada a tus padres puedes estar tranquilo, pero lo lo vuelvan a hacer

El mencionado asintió, agradecido por el echo de que aquella mujer fuera tan amable.

—Takemichi, por favor no me escondas más secretos ¿De acuerdo?

El Hanagaki menor solo trago saliva y escondió sus brazos para que su madre no lo viera hace aquel símbolo que indicaba que no cumpliría aquello, bueno, no es como si pudiera decirle, ey mamá vengo de un futuro dónde falleciste en un accidente debido a tu trabajo y mi tío se hizo cargo de mi hasta mi mayoría de edad donde él también murió por un paro cuando le informaron que su esposa embarazada fue acuchillada en un asalto a un banco cuando trato de ayudar a una mujer mayor. No, definitivamente no podía decir eso.

—Lo prometo mamá

Ella lo miro durante unos minutos, pues sabía que le mentía, pero le daría su espacio, al parecer su lindo retoño ya estaba entrando en la adolescencia, una edad difícil, o como su madre, la abuela de Takemichi decía antes de fallecer, la edad del burro.

—Lo mejor es ir a descansar para mañana poder irnos al orfanato

Ambos niños asintieron, Takemichi estaba feliz, ya que si podría volver a ver a su amigo de la infancia, fue entonces que recordó a Inupi y Koko como también a la familia Shiba.
Debía ayudarlos también, luego se lo contaría a Naoto.

Ambos se despidieron de la mujer y subieron al cuarto para descansar, felices de haber logrado su objetivo de salvar a Shinichiro Sano.
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Las llaves resbalaron de sus manos y su boca se abrió de forma lenta.

LE HABÍAN ROBADO EL REGALO DE CUMPLEAÑOS DE SU HERMANO MENOR.

La vida no lo quería, de eso estaba seguro.
Pero ey veamos el punto positivo, conoció a una familia acogedora que era diferente a lo que estaba acostumbrado, tal vez los visitaría más seguido.
Pero por ahora, llamaría a la policía y arreglaría su taller.

Amor, ¿No correspondido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora