Único.

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Inej agradecía la amistad de Jesper y Anika. 

Aunque Jesper y Wylan vivían relativamente cerca del barril, había pasado un año desde su última visita. Hace tres años irrumpieron en la Corte de Hielo, pero se habían visto sólo dos desde entonces.

Kaz era el que menos escribía, sus cartas eran irregulares e inusuales y recientemente, cada vez que proponían por cartas verse, él saltaba con una nota pequeña y una excusa. Hoy no le habían avisado, no podría declinar. 

Supusieron que estaría en el Club Cuervo, con los libros de cuentas o algo por el estilo, pero no lo encontraron. Jesper mantuvo una conversación con Anika, porque eran amigos y ella sabía que podía confiar en el Zemeni y así obtuvieron la nueva dirección ultrasecreta de Kaz.

Era una casa en el Listón, con un jardín verde y lleno de plantas, color crema, igual que las otras de la zona y una reja de color negro para cuidarse de los ladrones.

"La ironía" pensó Inej.

Llevaban un pastel de frutas que les gustaba a los seis, botellas de vino e ingredientes para la receta en el bolsillo de Wylan, así que tenían todo asegurado para una velada agradable.

Utilizando las enseñanzas de Kaz sobre cómo forzar cerraduras simples, abrió tanto la de la reja como la de la puerta.

Encontraron la casa vacía, así que les daba tiempo para poder preparar todo.

Inej dejó los ingredientes en la cocina y Jesper tenía que meter el pastel en el refrigerador, aunque se volvió hacia ellos extrañado.

—¿Kaz bebe leche de fresa?

La idea hizo que todos rieran, pues era un gran contraste tomando en cuenta los colores oscuros que definían a Kaz.

—Jamás creí que el demjin sería una persona de fotografías. —comentó Matthias.

Y efectivamente. Habían muchas fotografías, de Kaz y un perrito en su mayoría, algún terrier o algo así.

Si Kaz era el de las imágenes... ¿Quién las tomaba?

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Wylan había necesitado usar el baño, pero por equivocación entró a la puerta equivocada. Era claramente el dormitorio principal.

El color de las paredes recordaba al café con leche, había un gran armario color crema, una cama matrimonial, fotografías en las mesas de noche a cada lado de la cama, y lámparas individuales, además de un sofá cama en una orilla. 

Era una habitación constituida para dos. Kaz vivía con alguien más.

"Pobre Inej" pensó el pelirrojo.

Continuó buscando el baño para poder orinar de una buena vez por todas.

Era blanco, una ducha lo bastante grande para poder tener dos personas adentro a la vez.

Dos cepillos de dientes. Había un mueble sobre el lavamanos que tenía espejos en las puertas, Wylan no pudo evitar abrirlo. 

Preservativos, crema de afeitar, navajas, cepillos de cabello, botiquín de primeros auxilios, guantes y loción para después del afeitado. Eran muebles normales.

Wylan bajó para poder cocinar la receta que llevaba en el bolsillo. Era un plato Kerch típico que le encantaba desde pequeño.

Se había lavado las manos en el baño, pero volvió a hacerlo por si acaso. 

La disposición de la cocina era sencilla y fácil de memorizar, así que Wylan pudo cocinar sin problemas.

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Jesper había convivido mucho con Kaz a lo largo de los años, pero jamás le conoció una pareja, ¿era raro? un poco. En el barril, casi todos tenían pareja, Kaz era de los pocos que no.

Sin embargo, Jesper entendía que Kaz no sintiera atracción aún, era algo poco común, pero cada uno tenía sus preferencias.

Jesper se pegó a Wylan y le besó la mejilla, viendo como preparaba la comida de ese día.

—Jes, amor, ¿me pasas el ajo? Lo vi en ese mueble.

Jesper fue al mueble señalado, abrió el cajón encontrando un ajo, una bolsa de orégano, ají color y merkén.

Raro. Hasta donde Jesper sabía, Kaz odiaba el picante con su alma.

Bueno, Jesper no era nadie para juzgar como evolucionaban los gustos de cada uno.

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Nina y Matthias no convivieron mucho con Kaz, así que realmente no tenían mucho que opinar sobre él, pero por la disposición de la casa, ambos se dieron cuenta de que claramente estaba hecha para dos personas y un perro. El sillón para dos, la cocina con el espacio suficiente, dos sillas más hundidas que las otras y tazas a juego, una con la frase de "Te amo, te he estado buscando por más de mil años" y "¿A dónde vamos?", que Nina estaba segura que escuchó en una canción que le gustaba a Kaz (aunque no lo admitiera). Las tazas tenían una luciérnaga en una y una estrella en otra.

—Oye amor, voy a buscar tu cinturón y vuelvo. —mierda. La voz de Kaz. 

Los cinco se miraron asustados.

—Hey, cariño, ¿dejaste la cocina prendida? —joder.

—No, ¿por qué?

Un hombre llegó a la cocina.

Los saludó con la mano mientras se escuchaba como Kaz bajaba las escaleras, llegó junto al tipo y le besó la mejilla, mientras le daba el cinturón.

—¿Quién es él, Kaz? —preguntó Inej.

Kaz suspiró con molestia, los miró a los cinco y dijo:

—Él es mi novio, John. Ahora, ustedes, ¿qué hacen aquí?

—Bueno, queríamos tener una buena tarde entre amigos. Wylan está cocinando.

Kaz asintió con la cabeza. 

Sintieron un pequeño ladrido junto a ellos, haciendo reír a John.

—Nuestro hijo perruno quiere protegerte. —dijo, apretando más el agarre en la cintura de Kaz.

—En realidad, creo que quiere protegerte a ti, mi amor.

Fue una noche muy interesante, John eligió ir a comprarse algo para comer él después de asegurarse que todo en el plato era algo que Kaz pudiera consumir porque, en sus propias palabras "¡Llevas 11 años viviendo en el barril y aún no aprendes a verificar tu comida!" ocasionando que Kaz resoplara con falsa molestia.

John comió en su cuarto y los cuervos pudieron ponerse al día, aunque Mei, el perrito, no se apartó del lado de Kaz en ningún momento.

Sí, Inej estaba dolida, pero era consciente de que Kaz debía tener una pareja dispuesta a lidiar con sus traumas todos los días y ella tenía suficiente con los suyos propios.

Jesper y Wylan estaban muy felices por Kaz.

Matthias sentía lástima por el pobre John, que tendría que aguantar al demjin por el resto de su vida.

Y si Nina y Kaz compartieron una mirada de complicidad cuando él se dio cuenta de que ella sentía la séptima presencia humana en la casa demasiado pequeña para notarse aún, era cosa solo de ellos dos.

Who is him, Kaz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora