Despertó, otra vez.
Ya no quería dormir, volvería a tener la misma pesadilla.
Su padrastro se acercó, le acaricio, la besó, la llenó de cumplidos sobre su físico y en un abrir y cerrar de ojos estaba en ropa interior.
No dejaría que aquel hombre le tocara, no como hizo con la pobre Lizzie.
Lizzie, su estrellita, su rayo de luz y esperanza había sido hospitalizada.
Nadie le creyó cuando dijo que su padrastro fue el culpable.
Recordar eso hizo que tuviera suficiente fuerza y valentía como para coger el cuchillo que había guardado debajo de su almohada y clavarlo en el corazón de aquel ser despreciable y pedófilo.
Su mejor amigo le había escrito en un papel como esconder un cadáver sin dejar pruebas.
No sabía ni quería saber cómo su mejor amigo sabía sobre esto.
Pero solo podía agradecer que su mejor amigo no era un tonto incompetente por su utilidad.Cogió agua oxigenada y limpio la sangre, claro después de haber descuartizado y metido el cuerpo en una bolsa de basura.
Tiró el cadáver por un acantilado y lanzó el cuchillo a un lago.
Hace una semana consiguió un trabajo estable y bien pagado, en unas horas seria la tutora legal de Lizzie.
Suspiro por el cansancio y sueño.
Tomo rumbo al hospital, tenía que darle la buena noticia a su hermana.
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Cuentos para dormir. Con un toque a menta y venganza
DiversosCuentos cortos de historias no relacionadas entre sí, thriller, venganza, terror psicológico, fobias; se aceptan pedidos ^^ Varias de las historias tendrán finales felices, pero no prometo nada. También habrá finales que se podrán interpretar de d...