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De nuevo el despertador sonaba recordándole que comenzaba un nuevo día, alargo el brazo y lo apago. Suspiro contra la almohada y consciente de que no tenía tiempo para vaguear se incorporo en la cama.

-Jack –llamo a su marido.

-Umm –El se removió en la cama.

-Es la hora –Bostezo y salió de la cama, descalza entro al baño y abrió el armario para sacar la toalla, después abrió la ducha, se quito el pijama y se metió bajo el agua templada. Como cada mañana se ducho con prisa, después se arreglo y se peino, dejo la ropa y la toalla en el cesto de la ropa sucia y volvió a sacar una toalla del armario para dejarla sobre el lavabo -Jack ya tienes todo listo para ducharte –camino por la habitación hasta la mesa de noche de él, la abrió y cogió su ropa interior, la dejo sobre el sillón que había en la esquina, después abrió el armario y saco la camisa y el pantalón y chaqueta y lo dejo sobre el mismo –Vas a llegar tarde, voy a despertar a los niños.

-Vale –el se removió entre las sabanas –Prepárame un café.

Lena salió de su habitación, camino por el amplio pasillo hasta la puerta del fondo y abrió la puerta.

-¡Chicos arriba! –miro a sus dos hijos, que dormían en una litera –Alex, Liam, arriba, venga.

-Va mami –Alex, de seis años bufó molesto.

-Jo –Liam de cinco se tapo con la sabana

-Venga, los quiero abajo listos en quince minutos –Lena sonrió y cerró la puerta, después entro en la habitación de al lado –Buenos días cariño –se acerco a la cuna y cogió al pequeño Damián entre sus brazos -¿Cómo esta mi príncipe?.

-Mami –Damián, que tenía dos años abrazo a su madre bostezando.

-Es hora de ir al cole cariño –Lena dio un beso a su hijo y después se dedico a cambiarle y vestirle, le peino y bajo con él a la cocina –Aquí –le sentó en la sillita y después se dedicó a preparar el desayuno.

Se movió por la cocina con una agilidad increíble, encendió la cafetera, sirvió la leche en las tazas y las puso a calentar, entrego a Damián su zumo y puso el pan a tostarse.

-¡Ya estoy mamá! –Alex entro corriendo a la cocina y se sentó a la mesa.

-¡Yo también! –Liam llego tras su hermano.

-Venga –Lena sirvió el cola cao en las tazas y se las entrego a sus hijos, después les puso las tostadas en un plato, se sirvió algo de café en una taza y otro en otra para su marido.

-¿Qué hora es? –Jack entro a la cocina y cogió su taza.

-Las ocho y media –Lena bebió un poco de café y siguió preparando los bocadillo de los niños
-Mierda, voy a llegar tarde –Jack suspiro molesto.

-¿Puedes acercar tu a Liam y Alex? Tengo una reunión importante –Lena termino de envolver los bocadillos.

-Acabo de decirte que llego tarde ¿Es que no me oyes? –Jack dejo la taza sobre la mesa y camino hasta el otro lado de la cocina para coger las llaves del coche –No sé a qué hora regresare.

-Adiós –Lena suspiro mirando la puerta –Venga niños, tenemos que irnos –cogió a Damián en brazos y le dejó en el suelo, fue a el salón y tomó la mochila de cada uno, Como cada día llevo a Liam y Alex al colegio y a Damián a la guardería, después se dirigió al trabajo a toda prisa, aunque sabía que no podía remediar el llegar tarde.

Aparco el coche rápidamente en su plaza de trabajo y entro al edificio rápidamente.

-¡Buenos días Len! –La recepcionista la saludo como de costumbre.

Una NOVIA Para Mamá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora