Se conocieron a los dieciséis, eran enemigos en el equipo de lucha. Al ser de diferentes escuelas, poco se encontraban. No era una novedad que cada vez que había un torneo y sus escuelas competían, siempre los juntaban. Sus peleas llenas de adrenalina emocionaban al público, los jueces no separaban la vista en ningún momento ante el miedo de perderse algún movimiento. Katsuki era grande, pero el contrario lo era aún más. Por esa misma razón, se sorprendían de que el más bajo la mayoría del tiempo ganase ¿Y cómo no hacerlo? El ceniza siempre entrenaba con personas del doble de su tamaño, incluso más. Se esforzaba igual o mucho más que el resto. En cambio, cierta persona era muy consiente de su talento, más no hacía nada por pulirlo. Eso cabreaba al ceniza de muchas formas, no era su asunto, pero no pudo evitar inmiscuirse.— ¡Oi, tú, el idiota grandote! — llamó al final del torneo. No habría otro hasta el próximo y último año. Era ahora o nunca.
El chico volteó, con aquella sonrisa que lo caracterizaba. El corazón del ojirubí dió un vuelco al tener su mirada encima y de manera inconsciente titubeó en sus pasos, retrocediendo un poco. El idiota grandote enarcó una ceja al notar aquello.
— ¿Sí, enano? — Se burló un poco, estaba ligeramente sorprendido. Era la primera vez que le dirigía la palabra en estos dos años, que no fuera para insultarlo en pleno torneo, por que incluso cuando se topaban por casualidad, el cenizo lo ignoraba como si fuese un deporte. Fingió no contar su despectivo llamado a su persona. — Tranquilo, no muerdo. Al menos no tan fuerte. — le guiñó un ojo, viendo como el más bajo se le subía la sangre a la cara. Lástima que no fuese por su intento de coqueteo. Estaba furioso.
— ¡¿Enano yo?! ¡No es mi culpa que se te dé mejor competir con las jirafas que conmigo! — Atacó. — ¿Y que es eso de que no muerdes tan fuerte? Al menos no seas tan común y actualiza ese coqueteo de la era de Tutankamón. — Los restos del equipo comenzaron a reírse.
— Oye, tranquilo, tigre. Estás muy exaltado. — No pudo evitar reír — ¿Hice algo que te haya molestado?
— Sí — se veía tan convincente, que no se esperaba lo próximo que iba a decir — Tú me molestas.
— ¿Yo? Pero si no te he hecho nada. — reaccionó indignado.
— ¡Es justo eso! ¿Cómo una persona de seis pies y tres pulgadas, no es capaz de vencer a uno de cinco con diez? Tienes el talento, pero solo lo estás hechando a perder.
Ahí está, lo dijo. Todos a su alrededor comenzaron a lanzar la típica bulla "Ohhhhhh" y Katsuki solo pudo poner los ojos en blanco. Estaba harto de estar rodeado de inútiles, y el idiota grandote, cómodo con su naturaleza, comenzó a reír junto con su equipo. Ni modo, tendría que soportar la misma mediocridad de este año, en el próximo. Vaya decepción.
— Al parecer, es mucho pedir un contrincante digno de mi esfuerzo — Con eso dicho y las risas menguando, terminó por dar media vuelta y volver por donde vino. — ¡Si no te gusta la lucha, ni siquiera te molestes en participar! Le quitas la oportunidad a otro que sí le tenga amor al deporte.
— ¿Y quién dice que no le tengo amor a este deporte? Tú no sabes nada. — Escupió medio molesto, realmente, casi le acertó.
No le tenía amor a las luchas, para nada, solo era algo de familia pertenecer a dicho deporte. Su abuelo le contaba siempre el lado bueno, así que algo de aprecio había ganado, pero nada más.
— Las acciones dicen mucho más que simples palabras y yo me considero bastante observador — se encogió de hombros. Si le decía algo más, poco le importaba, no iba a voltearse a darle más atención a la que voluntariamente ya le había dado.
Así que con los "armoniosos" reclamos del más alto, el ceniza se fue a las duchas, como si no acabara de meter su nariz en donde no lo llamaron. Sin saber que ese era el inicio de un hermoso amor, con un final tan marchito, como una rosa en invierno.
𝐇𝐢 ~Lamento lo corto, pero solo quería añadir un pequeño recuerdo de los inicios de Katsuki y su ex-esposo. Pronto puede que hayan más, serán cortos, solo para más contexto de su pasado y así.
También he estado un poco más ocupada que antes, eso aporta a que haya estado un poco desaparecida de wattpad jajaja.
¡Gracias por darle una oportunidad a esta historia! ✨
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Cita... ¿a ciegas?
FanfictionTrabajar para proteger a tu país te hace pensar en muchas cosas, y una de tantas es la muerte. Desde mis inicios como experto en desactivación de artefactos explosivos, no pasaba ni un día en el que mi ser no maquinara la forma en la que iba a morir...