Negocios

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Desde aquella ves que fallo en su misión Striker no dejaba de marcarle a la princesa Stella puesto que había olvidado algo de gran importancia para él, su paga ya que las balas como su estadía en ciertos lugares para estarse ocultando para poder asesinar al príncipe Stolas le estaba saliendo algo caro necesitaba algo de plata ¿pero como la iba a obtener si la persona que le contrato ya no le contestaba? ni hablar, tenia que moverse e ir hasta el castillo Goetia para hablar directamente con esa mujer, no podía simplemente el esperar a que ella se volviera a comunicar con él.

Al llegar al lugar sabia que tenia que entrar con mucho cuidado para no ser visto, aunque no fue nada complicado el adivinar cual era la habitación de Stella puesto que se oían muchos gritos, era obvio que estaba teniendo otra pelea con su esposo, entonces Striker espero hasta que se torno el silencio, no quiso confiarse así que espero un poco mas hasta que por fin subió por el balcón y de forma escurridiza entro a la habitación buscando la mirada a la princesa sin éxito ya que no había señales tanto de ella como de su esposo, el lugar lucia bastante diferente, no parecía la de un matrimonio, mas bien era como el santuario privado de una mujer.

Mientras se preguntaba donde podría estar Stella escucha de repente un ruido lo cual lo alarmo de inmediato provocando que se ocultara en una de las cortina, entonces escucho atentamente de donde provenía y era de detrás de una puerta de color azul con varias estrellas al frente, con cuidado se acerca a ella y se apoya en ella para intentar escuchar algo, casi no se oía nada hasta que unas palabras de reclamación se alcanzaron a escuchar:

--¡¿como se atreve a tratarme de esa manera?! ¡es un infeliz!--

Striker de inmediato reconoció la voz, era Stella, así que tranquilamente toco la puerta y la abrió para poder entrar:

--madame, perdone que la interrumpa, se que es un mal momento pero quisiera hablar con usted sobre........--

La escena que presencio en esos momentos no se la esperaba ¿acaso murió y se fue al cielo? porque creía que estaba viendo a un ángel ya que se termino sonrojando debido a que enfrente de él había una princesa completamente avergonzada tratando de cubrir su desnudez con sus manos mientras que el rojo de sus mejillas le resaltaban la blancura de su plumaje hasta que finalmente reacciono ella de una forma bastante violenta:

--¡¿que demonios pasa contigo?! ¡lárgate de aquí, maldito pervertido! ¡eres un degenerado!--

--e...es...¡espere madame! ¡no fue mi intención!--

--¡largo!--

Stella toma de inmediato una toalla para intentar cubrirse para de ahí comenzar a arrojarle cosas al vaquero pero él las evadía fácilmente mientras trataba de explicar el porque estaba ahí:

--¡señora, espere! ¡déjeme explicarle!--

--¡dije largo!--

En eso Stella logra golpear a Striker con un jabón en su costado lo cual provoco que este cayera de rodillas mientras intentaba guardar un grito, ella al ver eso se acomoda la toalla y se acerca a él:

--¿estas bien?--

--si, no se preocupe, madame....--

Al ver que tenia sus manos presionando su costado Stella no duda en retirarlas con cuidado para ver que le estaba saliendo algo de sangre:

--quítate la camisa--

--¿tan pronto, madame? no vine por un poco de satisfacción carnal, sino monetaria--

--déjate de bromas y quítate la camisa--

De inmediato Stella revisa los cajones de un mueble que estaba cercas de la puerta del baño mientras Striker se retiraba la ropa para de ahí ser curado por ella lo cual no se esperaba, creyó por un momento que solo le iba a entregar un botiquín para que se curara y ya pero nunca pensó que Stella le ayudaría.

En cuanto termino Stella de curarlo Striker se coloco de nuevo la ropa y solo por pura travesura pasa su cola por la orilla de la toalla para aflojarla y ver de nuevo esos enormes y redondos pechos blancos como perlas, Stella de inmediato se cubrió ante el acto:

--¡bien! ¡¿a que viniste?! ¡no tengo tu tiempo!--

--lo se, madame, primero que nada gracias por curarme--

--no es necesario que me lo agradezcas--

--y segundo necesito parte de mi paga, lo primero que me dio ya se me esta terminando--

--de acuerdo, sígueme--

En cuanto Stella sale del baño el vaquero va detrás de ella hasta llegar a un tocador del cual abre un cajón, de ahí abre otro cajón secreto y saca algo de efectivo para entregárselo:

--espero que eso sea suficiente--

--y yo espero que conteste el teléfono para la próxima, así evitaremos estos bochornosos momentos--

--¡cállate! ¡no te pago para que me digas que hacer!--

El momento de tensión fue interrumpido por el llamado de un sirviente que desde afuera de la puerta le llama a su ama:

--mi señora, tiene visitas--

Eso tomo por sorpresa a Stella que ni siquiera tuvo tiempo para contestar puesto que se tropezó con la cola de Striker quien la puso a propósito para que se cayera pero nunca pensó que terminaría encima de él. Al escuchar el golpe de la caída el sirviente se alarmo pero no entro, solo le hablo desde afuera:

--mi señora ¿esta bien? ¿necesita ayuda?--

--¡por supuesto que no, idiota! ¡déjame en paz! ¡y diles que ya voy!--

Mientras Stella intentaba alejar a su sirviente con sus gritos Striker disfrutaba el estar en medio de esas dos suaves perlas que le aplastaban la cara mientras sus manos se posaban en ellas para que fuera menos peso, incluso el dulce aroma que provenían de ellas lo estaban volviendo loco pero sabia que tenia que controlarse. En cuanto se levanta Stella de inmediato le señala el balcón:

--¡ahora largo de aquí! ¡ya te di lo que necesitabas!--

--ya lo creo madame, ya lo creo--

Con una sonrisa en los labios el vaquero se retira de la habitación para de ahí alejarse del castillo Goetia ¿pero esa seria la única vez que vaya a ese lugar?

El Amante de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora