El Amante de la Reina

Una Llamada Repentina

En cuanto llego el amanecer Stella fue despertada por el aromático aroma del café, miro a un lado de ella percatándose de que Striker no estaba, pensó que quizás se levanto temprano para prepararle un desayuno sorpresa, vaya que seria un lindo detalle pues nadie había pensado en ella de esa manera tan considerada así que se levanta de su cama, busca algo de ropa y comienza a vestirse, durante ese momento escucha que su celular suena, se acerca hacia donde esta su celular y al tomarlo su rostro se torna de gran temor al ver de quien era la llamada, era su hermano, sabia muy bien que si no le contestaba iba a ir a buscarla así que no le quedo de otra mas que responder:

--a...Andrealphus...--

--¡¿en donde demonios te metiste, hermanita?! ¡me entere que saliste del castillo! ¡¿no se supone que te deje una tarea muy sencilla?!--

--es que....--

--¡calla! ¡no quiero tus excusas! ¡si vas a aprovechar el tiempo mas te vale que sea para ponerte hermosa o buscar alguna manera de seducir a tu esposo! ¡el heredero de la familia Goethia debe ser un macho! ¡no una estúpida niña con problemas emocionales, inventándose trastornos los cuales son creados por problemas ficticios que inventa en su pequeña y patética cabecita solo para llamar la atención mientras intenta encajar en otro tipo de sociedad con su aspecto deprimente!--

--¡te he dicho que no hables así de mi hija!--

--¡¿acaso me estas levantando la voz?! ¡¿donde estas?! ¡tengo que arreglarte!--

--perdón ...solo...solo por favor, dame tiempo...necesito pensar en un plan, eso es todo...el tan solo pensar en....me pongo nerviosa--

--de acuerdo, hermanita, te daré tu espacio, ¡tienes todo el fin de semana para meditar todo lo que quieras, pero en cuanto regreses ya sabes lo que debes hacer, y si de nuevo sale una niña vas a tener que continuar hasta que salga un varón, ya si veo que al inútil de Stolas solo le salen niñas entonces tendré que cobrar ciertos favores a algunos de los integrantes de los Goethia para que tengas a ese varón y decir que es de tu esposo!--

En cuanto termina la llamada Stella comienza a llorar pero se detiene al recordar que no estaba sola, así que no podía darse el lujo de llorar y que fuera escuchada por su amado porque no quería preocuparlo, lo que no sabia es que Striker había escuchado todo detrás de la puerta y todo gracias a que Andrealphus le hablo lo mas fuerte posible que se escucho su voz sin necesidad de ponerlo en altavoz.

El vaquero sintió una gran rabia e impotencia al saber que su querida estaba siendo amenazada, quería ayudarla pero si ella no le decía nada ¿Cómo podría? solo le quedaba esperar a que ella empiece a confiar mas en él, mientras tanto necesitaba tener un haz bajo la manga para en caso de alguna emergencia, y ya sabia cual era, así que si tenia que actuar tenia que hacerlo ya, así que regreso a la cocina para hacerle creer a su amada que estaba tardando para así ponerse en contacto con alguien que sabia le iba a ayudar con este problema.

Pasado el amargo rato Stella escucha que tocan a la puerta y la abren, era su amado vaquero que entraba con una charola la cual contenía un delicioso desayuno que eran dos tazas de café y dos platos con hotcakes acompañados de frutos rojos y una rosa roja a un lado:

--el desayuno esta servido, mi amada princesa--

Dijo el vaquero mientras dejaba la charola en un mueble que estaba a un lado de la cama y le entrega una taza:

--espero que no hayas pasado frio mientras no estaba--

--para nada, tu calor se quedo debajo de las cobijas--

Después de decir esa frase un incomodo silencio se hizo presente mientras las mejillas de Stella se tornaban rojas:

--¡no quise decir eso!--

El vaquero sonríe y le toma la mano:

--no tienes porque avergonzarte, me encanta que te expreses--

--es que...no es propio de una dama--

--en estos momentos eso no importa, solo estamos tú y yo, nadie mas--

Striker comienza a besarla mientras Stella le intentaba recordar que tenia una taza de café caliente en su mano la cual agarro con su cola y la dejo con cuidado en el mueble para seguir besando a su amada, en cada beso no perdía la oportunidad de acariciar su cabello mientras le hablaba de forma pausada:

--solo estamos tú y yo...podemos ser nosotros mismos...aquí no importa la etiqueta...el estatus social...los modales...o el exterior...solo nosotros dos...y por ti...estoy dispuesto a todo...con tal de tenerte en mis brazos...por siempre--

--Striker...si no te detienes ahora...--

--¿que? ¿Qué vas a hacer?--

--no me voy a poder resistir a ti--

En un susurro el vaquero le dice:

--entonces no lo hagas, no te resistas--

Esas hipnóticas palabras hicieron que Stella se dejara llevar por ese cálido aliento que entraba a su boca mientras una lengua tan experta entraba a danzar con la suya percibiendo el dulce aroma del café, podía sentir el como esas fuertes manos le recorrían todo el cuerpo sin siquiera moverse, el estar a su lado la hacia sentir muchas cosas y le hacia olvidar los amargos ratos, podía sentir gran seguridad, podía sentir el como se fundían en uno solo sin necesidad de estar intimando, era como si su alma gemela por fin la había encontrado después de mil vidas, después de mil infiernos, por fin estaban juntos.