El Amante de la Reina

¿Interés?

Por primera vez Striker no podía conciliar el sueño, se la paso dando vueltas en su cama por horas ya que cierta escena no podía salir de su mente, incluso no podía olvidar esa bella y esbelta figura, esas piernas largas y torneadas, sus redondos y grandes pechos que eran suaves al tacto, las blancas plumas húmedas por la ducha, el sonrojar en sus blancas mejillas, ese exquisito e inigualable aroma que se mezclaba dulcemente con sus feromonas. De tan solo pensar en esas curvas los dedos de Striker anhelaban el tocarlas, el recorrerlas y hacerlas suyas, a tal grado que se conformaba con solo una vez, no pedía mas. No pudo soportarlo mas, todas esas ideas hicieron que se saliera de su escondite y fuera rumbo al castillo de los Goetia y sin temer trepo por los muros del castillo hasta llegar al balcón encontrándose con una habitación vacía lo cual le hizo pensar ¿Dónde esta Stella? pronto encontró la respuesta ya que la misma puerta donde se localiza el baño se abrió de forma lenta dejando ver que de ella salía la bella princesa quien lucia una bata larga de color violeta:

--madame, perdone que la importune de nuevo......--

Antes de que pudiera terminar de hablar el vaquero Stella se acerca a él mientras se retira la bata demostrándole que ya lo estaba esperando puesto que tenia una coqueta lencería de color negro que apretaba sus dos bellos pechos haciendo que resaltara su figura, Strike traga saliva pero en cuanto la tiene de frente no duda en lanzársele encima como un animal hambriento. Teniéndola en el suelo a su disposición no dudo en besarla, en disfrutar ese rosado pico que le daba la bienvenida, incluso saco su daga para desabrochar de golpe ese sostén que cubría esas dos bellezas que tenia al frente provocando que Stella se sonrojara mas al ser desvestida:

--espera, Striker....--

esa forma de rogar volvió loco a Striker, era como si él quisiera dominarla pero ¿acaso ella con sus encantos lo estaba dominando a él? no lo sabia y ni le importaba, solo deseaba hacerla suya así que comenzó a disfrutarla desde el cuello, de ahí comenzó a recorrer sus labios por esos pechos que tanto deseaba tocar y saborear, eran su mayor obsesión en ese momento que no dejaba de estimularlos mientras Stella no dejaba de gemir. Al no querer dejar de tocarlos el vaquero no dudo en deslizar su cola por la vulva de la princesa sintiendo lo húmeda y cálida que estaba, mientras mas la sentía mas se aceleraba la respiración de ambos, no lo soportaba mas, tenia que hacerla suya ya así que de inmediato se coloca entre sus piernas, se baja el cierre de su pantalón para dejar salir a sus "amiguitos" y comienza a penetrarla con cuidado:

--Striker....aaaah....Striker--

el escucharla decir su nombre le aceleraba su corazón mientras la hacia suya una y otra vez, el poder recorre esos suaves muslos con sus manos era como tocar la gloria misma mientras se fundían en uno solo. 

Striker podía sentir el como estaba llegando al borde del orgasmo con cada movimiento y cada caricia de esa delicada princesa que gemía de placer por él hasta finalmente llego al clímax del placer mientras despertaba de ese maravilloso sueño, si, se decepciono al ver que solo había sido un sueño pero no dejaba de pensar en ella:

--Stella, no puedo sacarte de mi cabeza--

mientras Striker comienza a auto complacerse se pone a pensar que durante su vida en el infierno se había encontrado con toda clase de diablillas que morirían por estar aunque fuera un rato con él pero nunca una como Stella, completamente salvaje e inalcanzable, quería verla de nuevo pero ¿con que pretexto? para su buena suerte recibe una llamada telefónica la cual atendió de inmediato:

--¿si? ¿diga?--

--oye, te tengo un nuevo juguete para acabes con el infiel de mi esposo--

--bella Stella--

El teléfono se quedo en silencio por unos minutos hasta que de nuevo respondió ella:

--no estoy para tus juegos, necesito que vengas de inmediato--

Striker de inmediato reacciona que el haberla llamado bella lo había dicho en voz alta así que tose un poco:

--madame, si voy a su castillo creo que seria mala idea si nos llegan a atrapar--

--tienes razón, entonces ¿nos vemos en otro lado?--

--bueno, majestad, usted tiene muchas influencias, usted dirá a donde quiere ir sin llamar la atención--

--tienes razón pero ahora no se me ocurre ningún lugar--

--¿Qué tal Ozzie? escuche que se les otorga un palco privado a aquellos que pertenecen a la realeza--

--ese lugar lo detesto, es demasiado escandaloso--

--precisamente por ese escandalo no van a escuchar nada de lo que vayamos a hablar y mas estando en un lugar secreto--

--entiendo tu punto de vista, bien, nos vemos mañana en la noche afuera de Ozzie--

--¿afuera?--

--si, ahí solo pueden entrar parejas--

--entiendo, bien, la veo allá, madame--

En cuan cuelga la llamada Striker no dejaba de suspirar y decir una y otra vez el nombre de la princesa entre cada suspiro, incluso ya estaba pensando en un plan para esa noche.