Nuestra Cita

336 22 8
                                    

La ansiada noche llego mientras Striker se encontraba afuera de Ozzie con la esperanza de ver a su amada y que no se haya arrepentido de ir, que suerte la suya al ver que llegaba una limosina, la puerta se abrió y en ves de salir de ahí su princesa le invita a que entre:

--¿no quieres entrar a Ozzie?

pregunta Striker algo confundido pero Stella le responde con una sonrisa acompañada de un leve sonrojo:

--iremos a un lugar mas intimo--

El vaquero también le sonríe y entra para estar al lado de su amada quien no duda en recibir un cálido beso:

--entonces tienes algo en mente, mi bella princesa--

--si, veras, los fines de semana me voy con mi hija a una "casa de verano" es como una especie de cabaña, podemos estar ahí, esta algo retirada de la ciudad--

--así que mi princesa tiene ideas juguetonas en mente--

--no me mal interpretes--

Stella voltea su rostro para que no vea lo sonrojada que esta pero de inmediato se gira al sentir esa cálida y fuerte mano agarrar la suya con gran delicadeza:

--no pretendía hacerlo, lo que pasa es que me encanta cuando te sonrojas, te ves mas hermosa e inocente--

--¿Por qué continuas diciendo eso? de seguro..........a muchas diablillas les dices eso--

--en realidad no, siempre ha bastado un giño para que griten como locas y se desmallen pero tú eres diferente y eso es lo que te hace especial, mi bella Stella--

--¿en serio lo crees?--

--así es, eres una bella dama de carácter fuerte, que demuestra que se puede defender sola pero también ocultas una gran fragilidad la cual pide a gritos ser protegida, eso admiro bastante de ti, eres indomable y eso es lo que me encanta mas de ti, es lo que me tiene en un extasis que solo me hace desear estar a tu lado--

--¿es verdad todo lo que dices?--

--nunca lo dudes, amada mía, estoy tan obsesionado contigo que no duermo sin saber si estas bien, si estas descansando o si estas con alguien que no soy yo--

--Striker...--

--mi bella Stella--

Una ves mas se presenta otro beso pero en esta ocasión es dulce, en el cual las manos de Striker se deslizan por los hombros de su amada mientras ella apoya las suyas en sus hombros, en ese intercambio de besos no se mostraban lujuria sino un amor inexplicable lo cual intentaba entender Stella ya que nadie la había deseado tanto como ese vaquero que se volvía loco por ella.

En cuanto llegaron a la casa de verano el vaquero no dudo en salir de la limosina primero para de ahí cargar a su amada como si estuvieran recién casados, en cuanto vio la sala no dudo en colocarla en un sofá para de ahí sentarse a un lado de ella y volverla a besar.Los besos continuaron por un rato hasta que la duda llego a la cabeza de Stella provocando que se separara de ese apuesto vaquero, Striker le acaricia la mano ante ese movimiento:

--¿estas bien? ¿Qué sucede?--

--perdón, Striker, no pretendía ser grosera--

--eso no es necesario, solo quiero saber si estas bien--

--¿en serio te preocupas por mi?--

--claro, cariño--

--es que, no estoy acostumbrada a esta clase de tratos, mucho menos a una pasión así de intensa que tengo miedo de que se acabe si llego a preguntar el porque--

El Amante de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora