El Amante de la Reina

Citas

Las horas pasaron sin que se percataran de ello la pareja que se encontraba cansada en la cama envueltos en una sabana de seda, Stella tenia apoyada su cabeza en el pecho del vaquero mientras ese la tenia abrazada. Al abrir los ojos Striker admira el rostro de su amada, le toma la mano y la besa:

--buenos días mi pequeña traviesa--

Stella abre los ojos y besa a su amado:

--dime que aun es de noche porque no me quiero levantar--

--tus deseos son ordenes, madame--

Así continuaron casi toda la mañana hasta que finalmente Striker inicia una conservación:

--madame, no es que me meta en lo que no me incumbe pero ¿Cómo es su relación con su esposo?--

--¿de veras quieres saber eso?--

--si le molesta no es necesario que me cuente, no le obligare--

--lo que pasa es que...--

--¿si?--

--odio admitirlo pero.........ese cabeza de chorlito ha sido muy bueno conmigo a pesar de todo--

--¿en serio? entonces ¿porque...? perdón, no pienso cuestionarle mas sobre el asunto--

--¿Por qué me engaño? la respuesta es demasiado sencilla, encontró lo que le hacia falta ya que a los dos nos comprometieron desde pequeños, si, tuvimos mucho tiempo para conocernos, él intento muchas veces el que esto funcionara pero yo no quería, incluso el día de mi boda llore, hasta hui antes de la ceremonia....--

--entonces ¿como...?--

--mi hermano me llevo casi arrastrándome a la ceremonia, Stolas se sentía obligado por su padre mientras que a mi no me importaban las consecuencias, yo quería salir de ahí sin importar el costo, no estaba dispuesta a unirme en matrimonio a alguien que no amaba, con eso fui alejando a mi esposo cada vez mas y mas, la única manera que encontré para consolarme ya que nadie estaba dispuesto a escucharme era humillándolo de todo, incluso cuando se nos obligo a tener un heredero para los Goetia no dude en decirle un sin fin de cosas para que se sintiera mal, para que no deseara tocarme pero una vez mas gano el orgullo así que terminamos procreando a mi hija, solo fue aquella vez, ya a partir de ahí no quise saber nada de intimidad con mi esposo, a tal grado que no quería que me tocara, y solo por nuestra hija dormimos en la misma habitación hasta que dejo de ser una niña, ahí decidí que durmiéramos en habitaciones separadas--

--debió ser muy duro el soportar todos estos años--

--.......si..........lo fue--

--pero ¿Por qué no le has dado el divorcio?--

--¡no!...digo...es que...--

--Stella, mi amor ¿que ocurre?--

--lo que pasa es que...--

Antes de que pudiera continuar un sirviente llama a la puerta:

--mi señora, tiene visitas--

--¡mas vale que sea importante!--

--han venido para tomar el té con usted--

--oh, lo había olvidado.......¡diles que en un momento los veo en el jardín!--

El sirviente se retira mientras Striker observa a Stella:

--¿amigos tuyos?--

--si, siempre vienen a tomar el té conmigo, es la única compañía que tengo pero nunca están dispuestos a escucharme porque dicen que soy demasiado dramática--

--no lo eres, solo expresas lo que sientes--

Ambos se besan de forma apasionada que no se querían soltar, deseaban dar rienda suelta a su pasión una vez mas pero la princesa sabia que no podía dejar a sus amistades esperar:

--será mejor que me cambie de ropa, acabaste con mi fino vestido--

--lo cual disfrute bastante, madame--

--¿Qué te parece si para la próxima me desgarras lo que llevo debajo del vestido?--

--para mi seria todo un placer, y mas si es esta noche--

--¿esta noche?--

--¿tiene algo mejor que hacer?--

--ahora que lo pienso, no, pero es fin de semana, es cuando paso tiempo con mi hija...aunque Stolas muere por pasar tiempo de calidad con ella--

--eso me suena a que quiere estar todo el fin de semana solo conmigo--

En cuanto Striker le guiña el ojo Stella se sonroja mientras se pone algo nerviosa:

--no...no me mal interpretes...es solo que...--

--shhhh, no digas nada mi amada Stella, realmente quiero estar a tu lado y para mi seria un verdadero placer el estar solo nosotros dos sin que nadie nos interrumpa--

--entonces ¿te parece bien que nos veamos en Ozzie otra vez?--

--claro, ahí la espero madame--

De nuevo se vuelven a besar y Stella se levanta de la cama para ir a su armario para sacar otro vestido, estuvo a punto de quitarse el que tenia hecho pedazos pero se percata de la mirada de Striker:

--¿sigues aquí--

--continua, en un momento me voy, lo que pasa es que se me acalambro una pierna--

La princesa suspira y se retira las prendas ofreciéndole un gran espectáculo al vaquero el cual gozaba mientras su cola cascabeleaba pero lo que lo dejo ardiendo fue cuando ella se acerca y toma asiento en la orilla de la cama para mostrarle su espalda mientras recogía su cabello para dejar al descubierto su cuello, Striker traga saliva y antes de ponerle las manos encima escucha como suavemente Stella le habla:

--¿me ayudas con el cierre?--

--c...c...claro, madame--

Striker le da un beso en la espalda provocando que ella se estremezca y le sube el cierre del vestido para darle un beso en el cuello:

--entonces no veremos esta noche mi amada Stella--

--por supuesto, nos veremos esta noche, no lo olvides--

--eso nunca--

El vaquero se levanta de la cama y se retira de sus aposentos por el balcón tal y como había llegado de forma silenciosa. Stella sale de su habitación y mientras se dirigía al jardín se encuentra con Stolas quien de inmediato la detiene:

--Stella, dame solo cinco minutos para hablar contigo--

--¿puedes encargarte de Octavia este fin de semana?--

--¿que? digo, si, si, claro que si--

--gracias--

Estuvo a punto de seguir su camino pero de nuevo Stolas la detuvo ya que se le hizo raro que le agradeciera:

--espera, Stella ¿Qué ocurre? sea lo que sea cuentas conmigo--

--estoy bien......--

--no tienes que ocultarme nada, estoy para ayudarte--

--dije que estoy bien........déjame tranquila--

--no tienes porque soportar a Andrealphus--

--.......solo encárgate de Octavia estos días ¿si?--

--de acuerdo pero cuando estés lista aquí estoy para escucharte--

Stella continua su camino mientras que por dentro ya deseaba que llegara la noche para estar al lado de ese apuesto vaquero.