2do cap= Una visita deprimente.

757 42 10
                                    

٭——————٭

Era un día cualquiera para Dazai, un día ordinario de trabajo como cualquier otro, día repetitivo, que parecía no tener un fin claro, simplemente la misma monotonía, los mismos sonidos, las mismas acción... O eso pensaría cualquier persona que no conociese a Dazai.

Dazai Osamu, iba caminando por las calles de Yokohama, directo a su destino, su paso era claro, marcado, conciso. Llevaba un ramo de flores blancas en la mano, era cabizbajo, no era de sorprenderse, iba de camino al cementerio.

Entró al lugar, su paso se hizo más lento, su cabeza se llenó de pensamientos invasivos que destruían lentamente su tranquilidad, llegó a la tumba de su amigo. Oda Sakunosuke, ese hombre que lo guio a la luz, aquel hombre que lo llamó su amigo, quien lo valoro como un ser humano digno, aquella persona que lo quiso por tanto tiempo, yacía muerta en esa tumba sobre la baja colina.

Dazai se paró recto frente la tumba, ver el nombre marcado sobre la lápida lo hizo perder la estabilidad, lo hizo perder todo equilibrio y dominio sobre su propio cuerpo, cayó de rodillas al suelo. Solo lloraba, lloraba sin consuelo alguno, aun no superaba muerte, aun el dolor lo consumía.

.
.
.

Mientras tanto en la agencia, Kunikida estaba preocupado, normalmente Dazai desaparecía de vez en cuando, más el día de hoy el castaño estuvo actuando raro, estaba decaído, pensaba que no lo notaria, ya Kunikida lo conocía lo suficiente para saber que mentía cuando decía que estaba bien.

Sabía su pasado, el mismo Dazai se lo contó voluntariamente, sabía la razón de su tristeza, tomó el valor de ir hacia aquel cementerio a buscarlo. Kunikida hizo lo que jamás pensó hacer en su vida, escapar de la Agencia de Detectives.

Salió corriendo de la Agencia, tenía miedo de encontrar al castaño en una situación desfavorable, corrió con todas sus fuerzas, finalmente llegó y entró al lugar. Busco a Dazai, no fue difícil encontrarlo después de todo, verlo en esa situación tan dolorosa, se acercó a abrazarlo por la espalda.

Dazai al notar la presencia de Kunikida no dudó en darse la vuelta y abrazarlo sin detener el mar de lagrimas que soltaba, Kunikida solo se limitó a abrazarlo.

-Ya estoy aquí, todo mejorará.

Le dijo con voz calmada y baja, acariciando su cabello, siempre supo lo dolorosa que era su situación, siempre lo apoyaba en esos días en los que sus lágrimas no paraban, siempre estaba ahí para darle el amor que necesitaba.

Dazai al oír sus palabras sintió algo de tranquilidad, sinceramente estaba devastado por todo eso que pasaba, quería desprender ese dolor de una vez por todas. Decidió tomar fuerzas y levantarse, Kunikida lo siguió, suspiro hondo, tratando de mirar a los ojos a su pareja que estaba preocupada por su estado, quería hablarle.

-Kunikida... Perdon por siempre preocuparte el mismo día, siempre llorar como idiota por todo esto, por el simple echo de que estes tan involucrado en este dolor... Perdón.

El mencionado, mostrando una sonrisa cálida solo volvió a abrazarlo, acariciando su cabello para darle más calma, quería verlo bien en algún momento.

-Osamu, no debes disculparte por tener sentimientos y un dolor interno, no es tu culpa, ¿Si? Yo estoy dispuesto a apoyarte, soy tu novio después de todo.

-Kuni.. Enserio te amo muchisimo.

Dazai solo se limitó a corresponderle, sentía un peso fuera de su espalda después de solo decir unas palabras, estaba más tranquilo ahora. Se alejó del Rubió, dejando las flores frente la tumba, para retirarse del lugar con su pareja.

Kunikida aún lo seguía notando decaído, buscaría formas de animarlo, sea cual sea el costo. Fueron al parque, a admirar el atardecer que tanto amaba el castaño. Comieron un helado, el favorito de Dazai por supuesto. Dieron una simple vuelta por la playa tomados de la mano, hablando de cualquier cosa que les pasara por la mente, Kunikida podría admirar la hermosa sonrisa de Dazai, que iluminaba más que el mismo sol cuando era una sonrisa real y sincera.

Fue un día largo para ambos, tanto para bien como para mal, aunque tuvo un final bueno que disfrutaron al máximo a su manera. Llegaron al Departamento de Kunikida, Dazai empezó a quedarse más seguido ahí, se quitó los zapatos y corrió a tirarse al futón.

-Ah~ ¡Estoy exhaustooo~! Kunikida, ¿me das un beso? Quiero dormir contigo hoy.

Exigió Dazai, tratando de mostrar una voz tierna para convencerlo, aunque no lo nesecitaba, Kunikida era muy fácil de convencer cuando se trataba de ese lindo castaño que cada día lo enamoraba más y más.

-Te doy todos los que quieras, hazme un espacio, ¿Quieres?

Se recosto a su lado, empujandolo un poco para acostarse cómodamente, lo tomó entre sus brazos y dio un corto besito en su frente.

-Te amo mucho, Dazai.

-Yo también te amo, Kuni. Eres lo mejor que existe en este mundo.

Dijo abrazando su cuello y devolviendo el beso, levantándose de su lado para reclamarle.

-¡No quiero ir a mi departamento a buscar ropaaa~! Prestame algo para dormir, Kuni lindo.

El mencionado rodo los ojos, no podía resistirse a escuchar ese apodo por parte de su bonito castaño, se levantó y abrió el clóset para sacar algo de ropa, luego lanzarsela.

-¿Tienes hambre o quieres dormir ya?

-Tengo sueño, hoy fue un muy largo y agotador... Quiero que me mimes, Kuni.

Kunikida al oír sus palabras no pudo evitar sentir ternura y algo de tristeza, si había sido un día difícil para el, quería darle más consuelo. Extendió sus brazos al castaño para abrazarlo.

-Te daré todos los mimos que quieras, mientras ve a cambiarte, así estaras cómodo para dormir, Bonito.

Lo abrazo y dio un beso en su mejilla, mostrándole una leve sonrisa. Dazai al oír sus palabras solo acató lo que le dijo con un puchero fingido. Ambos se cambiaron, directamente Dazai se abalanzó sobre los brazos de su pareja, quería los mimos que le debía.

-Me debes mis mimos, quiero dormir siendo mimado por mi novio.

De nuevo, hizo un puchero, estaba necesitado de amor y cariño. Más que a Kunikida no le quedaba más remedio que aceptar, de nuevo, no podía resistirse a los encantos del castaño, lo tomó entre sus brazos, para acostarse juntos en el futón y comenzó a mimar su cabello.

-Siempre culpó con lo que te prometo, ya duerme, estas cansado. Buenas noches, Osamu.

Dejó un beso en su frente, si parar sus mimos, notando que efectivamente Dazai estaba cansado, necesitaba dormir.

-Buenas noches, Kunikida.. Te amo.

Afirmó el castaño antes de caer dormido a su lado, acurrucandose entre el futón cómodamente.

-Yo también te amo, Dazai. Descansa.

Kunikida volvió a besar su frente, levantándose para apagar la luz y regresar al lado de su amado, dejándose caer profundamente dormido a su lado.

Ambos ya estaban tranquilos, el dolor lentamente pasaría, solo era cuestión de tiempo para dejar atras aquellos momentos deprimentes.

𝙵𝚒𝚗, 𝚎𝚜𝚝𝚞𝚟𝚘 𝚛𝚎 𝚜𝚊𝚍 𝚊𝚕 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚒𝚘, 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚘𝚗 𝚙𝚘𝚛 𝚎𝚜𝚘 𝚢 𝚋𝚢𝚎. ♡

 [𝙾𝚗𝚎-𝚜𝚑𝚘𝚝𝚜] ✩𝘒𝘶𝘯𝘪𝘻𝘢𝘪✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora