Cartas de una ruptura II

Vida, dueles mucho

Quiero avanzar rápido.
Quiero correr a mil kilómetros por hora, soy un huracán que nadie puede detener.
Estoy corriendo al borde del lago, tengo miedo de caerme en el.
Mis manos están temblando, he golpeado muchas puertas en mi vida.
No pude quedarme con nadie, todas las moradas me parecían solitarias.
Estoy cansado de fingir que estoy animado, quiero llorar hasta que mis ojos se queden sin vida y la vida misma; se lleve mis recuerdos para asegurar que aún tiene un recipiente en donde doler.

Siento mis ayeres como un dolor constante en mi mente, una silueta grabada en mi piel.
Pensé que no haría esto sin ti, no se quien soy y tampoco sé a donde ir.
Me perdí en noches de grises.
Me busque en tardes carmesíes.
Me mire por la madrugada llenó frenesí.
Me volví a perder una tarde de abril.
Me volví a encontrar por ahí, vagando por tierras sin fin.
Escribí hasta que me perdí en sueños de desesperación
Hablé sobre nosotros, hablé sobre mi e intenté pasar de ti.
Me aferré a una ilusión.
Creí haber visto una visión de lo nuestro, todo estuvo aquí.
Sentí miedo, tengo miedo...