Human ➖boku no hero academia

III. Un Poco de sus Vidas.

Human

✨Un Poco de sus Vidas.

📍En alguna calle de Musutafu.

El hermano menor de Raiden siempre tiene historias que contar sobre su día a día, contrario a él, es muy sociable y charlatán, no es que sea antisocial o cualquier otra cosa, simplemente no habla con todo el mundo.

Varias veces su hermanito terminó en detención, para el desagrado de su abuela. O por estar jugando mucho terminaba con el uniforme sucio. Por esa simple razón, no le sorprende, pero le preocupa, cuando al llegar a la escuela primaria lo ve en la entrada, sentado sobre unos escalones con el uniforme sucio y desarreglado.

Suelta un suspiro, pero termina por acercarse.

―¡Nissan! ―exclama el niño de diez años, corriendo hacia su hermano mayor.

―Buenas tardes ―saluda a la maestra, pasando su mano por el cabello del niño.

―Buenas tardes, Ahane-kun ―saluda la adulta con una pequeña sonrisa.

―¿Qué sucedió? ―pregunta con suavidad.

―No llegó a mayores ―responde a adulta―. Una simple discusión de niños.

Raiden asiente en silencio, haciendo una reverencia al pedir disculpas y luego de un saludo de despedida, los hermanos comienzan a alejarse del edificio.

Tomeo camina nervioso sosteniendo la mano de su hermano. Está acostumbrado a escuchar su voz, pidiéndole explicaciones de lo sucedido, pero esta vez todo está en silencio y eso lo asusta más. Además, no puede evitar sentir intriga por verlo con los lentes de sol, queriendo preguntarle cómo le fue su primer día en la academia y saber sobre sus compañeros y sus quirks.

Se sorprende cuando llegan a un pequeño parque y se sientan en una banca, donde el silencio continúa por varios minutos.

―¿Qué ocurrió exactamente? ―pregunta sin mirarlo.

Tomeo suspira, mirando sus pies―. Siempre dices que hay que ser buenos con los demás ―murmura y voltea a verlo―. Unos niños estaban molestando a una niña en el receso. Me acerqué y les pregunté qué estaban haciendo, pero uno que parecía más grande me dijo que no me metiera.

―¿Y qué pasó?

―Empujé al niño que la sostenía por el cabello y después otro a mí. Intenté pegarle para que me suelte, pero se escuchó un grito de que la maestra se estaba acercando y me detuve. Me encontró solamente con el niño que estaba sobre mí y nos llevó a ver al director.

―¿Qué dijeron?

―No quería castigarnos, nos pidió que nos disculpemos con el otro. No quería que molestara a la abuela, así que me disculpé ―lo mira con sus ojos brillosos por aguantar las ganas de llorar―. ¿Estuve mal?