Human ➖boku no hero academia

VI. Ataque a la USJ: Parte Uno.

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✨Ataque a la USJ: Parte Uno.

Al salir de la ducha y ponerse la ropa interior comienza a desinfectar sus heridas, cubriendo su abdomen con un vendaje esterilizado, al igual que su brazo izquierdo casi por completo. El entrenamiento de ayer con su entrenador privado fue realmente excesivo, pero ya está acostumbrada a terminar lastimada. Por tantos años ha pasado por eso que llega a un punto que no siente el dolor, el ardor cada vez que las prendas tocan su piel o la molestia cuando su cuerpo se estira. Akira no siente nada, cada pequeña fracción de dolor es guardada en lo profundo de su ser para no ser una molestia, para ser la hija perfecta que sus padres tanto han querido, para ser lo suficientemente buena ante los ojos de Todoroki Enji.

El uniforme correctamente puesto, su cabello negro callendo por su espalda, totalmente liso y suave ante el toque, algunos mechones cortos sobre sus hombros y su flequillo sin ningún pelo fuera de lugar. Sus ojos rojos como el fuego, pero con falta de chispa, expresando la misma nada en ellos, su rostro, las pequeñas ojeras marcadas que se hacen invisible por el maquillaje, su piel blanca de porcelana que nunca muestra otra expresión, su boca que hace muchos años que no se eleva en una bonita sonrisa.

Mira sus manos, magulladas por todo su arduo esfuerzo, con algunas cicatrices de sus entrenamientos, recuerda las de su cuerpo, quizás no las logra llegar a ver, pero sabe que están presentes, las marcas en su espalda. Unas por su quirk, las demás siendo castigos ganados por comportarse de manera errónea cuando era niña. Todo su cuerpo cubierto de cicatrices, unas sanadas, otras talladas en su piel que le impiden olvidar, aunque ella misma se obliga a bloquear esos recuerdos para poder cumplir mejor su papel.

Cuando está lista cumple con las mismas tareas que siempre. Desayuna en silencio, escuchando si es que sus padres tienen alguna noticia que contar. Ir a la casa de los Todoroki y esperar a que su protegido termine de comer. Si Shoto tiene ganas, caminar hasta la U.A., sino van en su propio auto con chofer. Y luego, las clases.

Todo es tan monótono, tan preparado, tan... tranquilo, que Akira Hashimoto no busca ni siquiera cambiar algo en su vida. Aunque quisiera, no podría. Sus padres se lo han dejado bien en claro cuando su quirk se manifestó, ella no tiene voz ni voto a la hora de tomar decisiones. Es una muñeca de porcelana a la espera de escuchar órdenes, una niña que fue criada para tal misión. La educaron para simplemente hacer lo que se le ordene sin rechistar.

Tuvo una infancia que no le agradó, ni le desagradó, porque jamás supo lo que era tener una buena infancia. Mientras sus hermanos mayores salían al parque a divertirse, ella terminaba desmayada por los entrenamientos. Cuando escuchaba chistes salir de sus bocas, ella no reía, porque no comprendía la gracia. ¿Su cumpleaños? Recuerda que solo pocas veces se lo celebraban, antes de que su abuela falleciera. No recuerda lo que es diversión. Simplemente jamás tuvo un momento de paz que mantuviera en sus recuerdos, y si lo tiene no lo recuerda, quizás porque terminó bloqueando aquellos recuerdos para ser mejor en su papel.